Hacer de esta situación una enorme sala iluminada
y la esperanza el principal aditamento o alborada.
Esperar, ser paciente
compaginar ordenadamente
cada minuto–segundo de este día.
Completar los tiempos y pautas programadas
enumerar coordenadas de horas, minutos y segundos.
Dejar pasar lentamente la mañana
emancipar pacientemente cada tarde.
Esperar, esperar, esperar…
creer que es mejor que llegue el día
gozar la hora señalada
cumplir con el ritual ya enunciado.
Complejizar, destrabar,
desenredar paso a paso la madeja de los tiempos,
resolver en un instante la congoja.
Repetir la ceremonia de la espera pero con certeza
de cumplir el designio ya pautado.
Sin prisa
Es sin prisa, corridas ni estertores
con paciencia, con resonantes gestos de ternura
con miradas francas y gentiles
en momentos de ensordecedores cantos de las aves
cuando corre el agua de la fuente
cuando los peces nadan mansamente
es allí, y no en otra parte
que te pienso, y recuerdo cómo eres.
No atesoro momentos más felices,
que los que juntos fuimos construyendo,
no soporto la horda de sandeces
que divulgan las lenguas habladoras,
yo dejándome llevar por tu ternura
vos dándome bálsamos de amor sin opresiones.
Es así como fuimos construyendo
esta torre-armadura de pasiones,
pues fue inminente que debíamos amarnos
a escondidas de los depredadores.
Creo ahora que no fue necesario
que aquella helada mañana de cristales
te marcharas mi amor y no te viera.
Quise tenerte y no pude
quise olvidarte, tampoco pude,
ahora sólo conservo tu recuerdo
ahora siento mi callada soledad estremecida.
Mirta del Carmen Gaziano
Santa Fe, Argentina
Es un gusto leer estos poemas de estructuras tan distintas. El primero juega, domina y se apoya en los verbos. El otro toma un recorrido más intimista 'sin prisa', 'con paciencia'.
ResponderEliminarVan abrazos poéticos.
¡Oye doncella! no guardes tan presurosa ese abanico dormido.
ResponderEliminarfelicitaciones
Muchas gracias, Lina, Gustavo.
ResponderEliminarMi abrazo