Tesoro
Cómo
quien encuentra un tesoro o un bien imprevisto, a los pies de la cama encontré
el botón azul noche.
En la
oscura tarde pensé tu andar desabotonado por algún punto del saco. Pude ver la
llovizna dejando nubes con gotitas en los lentes de tus anteojos.
Así,
como un rayo, este pequeño objeto que se desprendió de tu ausencia te trajo de
nuevo a mi lado.
La
habitación se iluminó por completo de tu sonrisa desnuda.
Mi padre silbando en la noche
Ahí
va mi padre silbando en la madrugada. Es primavera. No alcanza con el canto
cíclico de los zorzales. Mi padre se acompaña silbando. Es una melodía que
alguna vez le escuché cantar en italiano, habla del amor perdido por una
napolitana. Cada vez que lo escuchaba silbar aquella melodía era como si hablara
en él toda la tristeza que tenía adentro.
Mi
padre un hombre de silencio. De pocas palabras, las justas y necesarias.
Ahora
que volvió la primavera, los zorzales cantan su insomnio de amor. Mi padre
vuelve a caminar a la madrugada hasta la avenida bajo las estrellas o la
tempestad para ir trabajar a la fábrica. Está sólo. Se acompaña silbando su
amor a una napolitana.
Textos tomados
de Inventiva Social,
publicación digital dirigida por Eduardo Coiro
Eduardo Coiro
Temperley, Buenos
Aires, Argentina
"Pude ver la llovizna dejando nubes con gotitas en los lentes de tus anteojos""La habitación se iluminó por completo de tu sonrisa desnuda".Alta poesía la de este poeta. Igualmente el segundo texto que con ese "silbanod en la madrugada" crea un clima que nos transporta a ese momento.
ResponderEliminarIrene Marks
Mil gracias por tu tiempo, tu lectura y tus conceptos, Irene.
EliminarMuchos cariños y mis mejores deseos
Analía
cariños Irene Y Analía.
Eliminaragradecido - conmovido
eduardo
Siempre un placer publicar tus relatos, sentidos y directos al corazón.
EliminarMuchos cariños y mis mejores deseos
Analía
Mí padre silbando en la noche... volví a ver al mío que a pesar de los problemas siempre tenía una canción y una sonrisa para mí. Gracias Francisco Coria.
ResponderEliminarPerdón Eduardo CoiroMí padre silbando en la noche... volví a ver al mío que a pesar de los problemas siempre tenía una canción y una sonrisa para mí. Gracias Eduardo
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura y el recuerdo, querida Bertha.
EliminarMuchos cariños y mis mejores deseos
Analía
gracias por leer y sentir tan hondo, amigos, mi cariño
Eliminareduardo coiro
Un amor de ternura inclaudicable resultó ese tesoro azul noche, que logró desprenderse sin esfuerzo de esa ausencia para estar a tu lado... Emocionantes todas las imágenes en los dos escritos. Causan placer y dejan gotitas en la cara. Mágicos tus textos Edu querido, donde creo reconocer el silbido de tu padre, sus madrugadas y primaveras, armonizando con la melodía de amor a su napolitana... Un placer siempre leerte! Abrazos para Analía a quien agradezco la excelente selección e incluirte y a vos por tu Obra siempre. Cariños grandes a los dos!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura atenta, Ana. Para mí siempre es un placer publicar los cuentos de Eduardo quien además de buen escritor, es una excelente persona.
EliminarMi abrazo
Analía