Dentro del dedal que llegó de
Italia
habita un almanaque,
días huyendo de la guerra,
travesías en barcos
repletos de inmigrantes.
Mis abuelos de incierto futuro,
tierras baldías inundadas de
pólvora.
A su lado, una tijera
para cortar la línea
que separa los mundos.
Hilo de coser
para unir lo que se ha roto.
Dentro del dedal
hay inviernos con muñecos de
nieve,
planes de vida,
el horror, la sangre,
un grito a las dos de la mañana.
Un puerto, un continente
y el
miedo que golpea sin piedad.
* * *
Ahora que ya no hay más sílabas
nuevas,
ni palabras vírgenes,
ni frases asombrosas.
Ahora que no se leen
oraciones que golpeen el pecho.
Que ya los relojes se volvieron
turbios
y el futuro se perdió en la
niebla.
Ahora cuando el grito de la
noche es anciano
y agujeros dentados devoran la
luna;
cuando los ojos pueden llegar al
silencio
y las manos asfixian tempestades
y siglos.
En el momento en que la luz
estalla
en mil monstruos de barro, mil
rostros oscuros,
yo te celebro, vida, para
empezar de nuevo.
* * *
En el pequeño mundo de mi mano
guardo laberintos de arena y
cólera,
enigmas indómitos,
poetas locos que sueñan con
espejos,
un muerto que pasa en bicicleta,
una muchacha que gastó su
memoria,
aves que surcan el destiempo.
Es posible que también guarde
la primera letra del amor,
una vida en hilachas,
un malabarista,
un corazón herrumbrado,
una lámpara de aceite,
un horizonte de miel y azúcar.
En ese pequeño mundo,
también habrá un trozo de
misterio,
algún calendario marcado de
citas,
una máscara de soledad,
una profecía,
un bestiario,
la sangre feroz que me da vida,
una mujer que se viste de sola.
Susana Cattaneo
Buenos Aires, Argentina
Analía, muchas gracias por la revista y por difundir mis poemas. Esta revista es cultura. Te felicito.
ResponderEliminarSusana Cattaneo.
Mil gracias por tus generosas y alentadoras palabras respecto a esta tarea de difusión. Un placer publicar tus poemas, Susana.
EliminarCariños, mis mejores deseos
Analía
Exquisita poeta, excelente mujer y mejor amiga.!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura, Laugira.
EliminarMis mejores deseos para ti y tu gente.
Analía Pascaner