sábado, 20 de abril de 2019

Orlando Valdez


Trazada la línea

no te distraigas dolor conmigo
que la muerte espera
de todos los lados por un mismo lugar
quiere el viento su lengua
el rojo prohibitivo
los restos de mar
y temo en el silencio vuelvas
con lágrimas que no sabré siquiera
con un Dios de la misma Cruz
que no sabe dónde se encuentra
lo más hondo del miedo
porque de esta noche
trazada la línea
no viene el otoño
el verde-azul ni el fuego del desvelo
tampoco cubre el horizonte



Gemido del otoño

ver/me/dentro
tus ojos/agua
entre
tus dedos/
gaviota
por tus labios
inocentes/instigadores
¿inocentes/instigadores?
yerto
el súbito
gemido
del otoño
tu cabellera/arena
y la lejanía
de un corazón


no había huellas

no había huellas
en la arena
el filo de un cuchillo
entraba como olas
dominante
cautivo
del silencio
después
un grito
de sangre
de otras noches
viento


En la taza fría

que expire la noche
con sus colmillos de plata
que lejos de tus senos
en la taza fría
café
amanezca
y se rompa
esta vergüenza


El hondo silencio
de toda locura

o de aurora
o de tormenta
da vueltas
da vueltas
como ave liberada
hasta que muerta vuele
o vuelva a la jaula
el hondo silencio
de toda locura
de sal en la lágrima
el hondo silencio
de toda locura
en la blanca lacrada hoja
dentro de la palabra
el hondo silencio
de toda locura


Del libro del autor: El hondo silencio de toda locura, Ediciones Los Lanzallamas

Orlando Valdez
Rosario, Santa Fe, Argentina

2 comentarios:

  1. Excelente como siempre, Orlando, tu sugestiva poesía!!! Gracias por compartir!

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    Respuestas
    1. Gracias por tu lectura, Noe.
      Saludos cordiales
      Analía Pascaner

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