El auxiliar
Sofía Guzmán era la
fotocopiadora más apetecida del barrio, y sus fotocopias se sacaban como pan
caliente.
El problema de Sofía inició cuando se enfermó de neumonía, y se vio
obligada a contratar un auxiliar de fotocopiadora. El estudiante Paco Durán,
quien trabajaba los fines de semana para el panadero del barrio, y de esa forma
podía costear sus estudios. Provenía de una familia muy humilde, y de no
laborar, no podría continuar en la universidad. Los temores de Sofía serian
infundados, y Paco puso todo su interés a las explicaciones que ella le dio.
Conocía el lugar donde se guardaba el dinero, y manejaba la fotocopiadora igual
o mejor que ella, y sus clientes aumentarían. Sofía regresó y felicitó a Paco
por todos los buenos resultados que había obtenido, y lo premió con un aumento
de sueldo. El joven no esperaba ese aumento, sólo decía, he hecho lo que mi
viejo padre me ha enseñado: El trabajo que dignifica a los hombres porque la
juerga, y el amor, en una esquina se encuentran.
Desde ese día, Sofía comprendió
que Paco no era igual a los hombres que pasaron por su vida. El chico de piel
canela y ojos verdes, podría ser ese hombre que llevaba tantos años esperando
que fuera el padre de sus hijos. Hoy, supo que sus presentimientos eran ciertos
y la boda está a punto de empezar.
Yéssika María Rengifo Castillo
Bogotá DC, Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por pasar por aquí.
Deseo hayas disfrutado de los textos y autores que he seleccionado para esta revista literaria digital.
Recibe mis cordiales saludos y mis mejores deseos.
Analía Pascaner