Plegaria a la inutilidad
Tantas cosas ya no me
corresponden.
Pensarte, por ejemplo.
Parece más un ejercicio de saqueo
en la memoria.
Un esmerado esfuerzo individual.
Salir a pasear por donde sonrías,
por donde tu mano aún me busque
la espalda
y no encuentre insectos.
No es que esté mal pensarte.
Mi pensamiento es mío,
no le debo explicaciones
públicas a nadie
de mi fantasía.
Es que ya no me corresponde
hacerlo.
Ya corre el tiempo lento
de aprender a despertar sin
preguntar
por vos,
por tu espacio completo.
No me corresponde la sonrisa
si escucho tu nombre,
si las bocas indiscretas
te traen de las vocales
hasta este olvido raro.
No me corresponden
los suspiros oxigenados,
esos que se mezclan en los
dedos,
los que hurgaron tus cosas más
lindas
para quedarse enredados en
pavadas,
en pataleos obsoletos.
No me corresponde en absoluto,
no tiene el menor sentido
pensarte.
Considerar que te abrazo un poco
entre tanta ausencia
cosida con silencio.
Resucitar tu caricia,
la que muda la piel
hambrienta, combustible.
No me corresponde este
pensamiento.
Ni alguno que te incluya en lo
más pequeño.
En todo el tiempo que pierde su
sentido.
Samsara siempre tiene la última
palabra.
Y ha dicho:
No quiero.
Lluviecita
La suave violencia
de un cuerpo inflamable.
Pichoncito fácil
tropezando en un beso.
de un cuerpo inflamable.
Pichoncito fácil
tropezando en un beso.
Sin brujas ni hadas, va
la princesita hambrienta.
Un corazón desnudo
no sabe de latidos.
Es todo temblor
aunque no llueva.
la princesita hambrienta.
Un corazón desnudo
no sabe de latidos.
Es todo temblor
aunque no llueva.
Lo bien que le vendría
cargar una corteza,
dice y se sacude las rodillas
sin que nadie la vea.
cargar una corteza,
dice y se sacude las rodillas
sin que nadie la vea.
Ahoramismo
Podría llorar acá ahoramismo
por lo que no fue
por lo que no será nunca
por el tiempo que no mirarás mis
sueños
por el espacio que no ocupará mi
cuerpo en tus abrazos
Podría llorar acá ahoramismo
por la boca que lamí sin
respuesta
por la piel que nunca acompañó
la espera
por el silencio detrás de lo
dicho una y otra vez
por la mirada
Podría llorar acá ahoramismo
sin provocar escándalos públicos
ni familiares
sin dejar una sola huella de la
entrega
efectiva del alma
sin que una sola persona
comprenda
que cosa nombro
cuando te busco en mi sombra
y te encuentro
y me haces mucha más falta
María Negro
Buenos Aires, Argentina
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