jueves, 9 de octubre de 2014

Marta Zabaleta

Arcoiris

Salí a buscarlo.
Perseguí continentes,
conversé con forestas y con flores.
Bebí agua, de cataratas y de grietas.
Y de palmeras
Agonicé sobre una nube que escapaba.
Me arrodillé ante el mar con lluvia fuerte
y una vez me empalagué de nieve.
Y así, siempre corriendo,
lo perseguí entre mares,
calle por calle, puente por puente.
Para encontrarle recién en mi ventana
reflejado en mis lágrimas de otrora.
Saludo su rescate
y me sonríe
un vendaval de amores.   

26 de enero, Essex 


Conjuro para no verte morir

Una sonrisa sin lágrimas
en el teléfono
palabras desde mi jardín
en flor.

Dicen que vistes aretes
usas collares y ese anillo grande.
Que tus piernas no caminan
ni tu garganta quiere hablar.

Escucho tu silencio
¿es tu respiración?
Tu libertad agoniza
y muerde su dolor.

Pero la muerte
como entonces
juega a evitar
verte morir.

A la Dra. Mryam Garbulsky, compañera y amiga, allá en la Quinta II, Geriátrico de Adrogué,
Epping, 22 de octubre 2011


Autoexilio

Ahora que ya no soy quien antes fuera
árbol sin frutos florecido y dando sombra,
paloma herida que al partir se ha ido
sin ahorrarse campanas en la espera.
Que soy apenas Otra,
quien con sus manos trémulas
busca magnolias donde esparcir ternura.

Cuentan los vientos que en las noches cálidas
aun cruzan a las islas mis fantasmas.
Que por el río
bajan camalotes con pumas en sus cimas
y que las pirañas juegan con las ubres
de las vacas, en el agua clara.
Imagino a Rosario en lontananza, sonrío. 

Mas cual en telón escondido
de memorias tristes
veo a un gigante, a veces rudo. 
que aun me perturba.

No, no estoy loca.
Soy apenas la Otra.

En el exilio, 16 de agosto. 2003
Día del cumpleaños de mi padre Roque Zabaleta, y
Día de la muerte de mi abuela materna, Fermina Zabaleta


Apariencias

soy un pajarito que agoniza
en noche de estrellas rojas

pétalo que se cae
ante el rubor de una rosa

una flor que se perturba
cuando el picaflor la deshoja.

casi un canto sin ritmo
al borde del precipicio

vaso sin whisky
en un amanecer sin sol

y me dirán que soy
como flor de carnaval

Unicidad del cangrejo
en el insomnio febril.

13 de abril 2013


Poemas tomados del blog de la autora: http://martazabaleta.blogspot.com/


Marta Zabaleta. Nació en Santa Fe, Argentina. Reside en Londres, Inglaterra


--
Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias.
John Locke
--


2 comentarios:

  1. Oh, querida Analía! he leido estos versos como si estuvieran flotando en la atmósfera, porque los tenia totalmente olvidados. Bendita sea tu extraordinaria voluntad literaria, que te permite recoger y enaltecer nuestras pabalbras con las tuyas, y ponerlas de manifiesto, y en este hermoso encuentro y amable compañía. No tengo más palabras para agradcerte que decirte lo anterior, pero si quiero contarte algo que me sucedió también hoy: dos poemas mios fueron seleccionados para ser exhibidos como parte del Festival de Ideas, en distintos lugares de Universidad y de la ciudad da de Cambridge, junto con los de otros/as 30 autores/as. Como ves, pues, tu envíi viene a cellar un dia increible.I nenarrable, casi mágico. Un fuerte abrazo y hasta ahora.
    Marta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tan elogiosos conceptos, mi querida Marta. Me gratifica saber que te has sorprendido gratamente :-)) Precisamente intento rescatar poemas o publicar algunos no tan conocidos o vistos.
      Me alegro por vos, por tus poemas seleccionados para Cambridge, un merecido reconocimiento.
      Te mando un abrazo apretado y mis deseos que estés muy bien y sigas teniendo recompensas por tu andar cotidiano
      Analía

      Eliminar

Muchas gracias por pasar por aquí.
Deseo hayas disfrutado de los textos y autores que he seleccionado para esta revista literaria digital.
Recibe mis cordiales saludos y mis mejores deseos.
Analía Pascaner