-Villa María,
Córdoba, Argentina-
Seis cuadrados
se forman
y deforman
hasta ser un cubo
despoblado
de puntos y
figuras.
No cuento los vértices.
Cada uno se desplomará
sobre mi pecho
para apurar
la agonía.
* * *
Sobre lo baldío
un cuervo
apoyado
sobre el poste
sacia su agonía
entre hojas de hierba
Y hasta los huesos
desparraman
retazos
de misterio.
Ella,
en la sala,
la espalda encorvada,
retira la piel
y forra de
rosado
la vieja libreta
de responsos.
Extraño oficio el de la muerte.
Sobre la pared
que el tiempo apuñaló
un retrato en sepia
desluce
aristas anguladas.
* * *
Se clavan
los vértices
en las palmas
para que una
lluvia roja
pinte
calaveras.
Un cuadrado
aprisiona el contorno
y la cara se deforma
aplastada
contra el vidrio.
Ella
no sabe
qué cubismo
le dibujó la
vida.
Poemas del libro Aspereza
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Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios
pensamientos.
Buda
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Bellos poemas de Grisela Any, un abrazote a las dos, Gus...
ResponderEliminarBellísimas imágenes producto del talento de una gran dama..
ResponderEliminarUn placer leerte, Griselda.
HolaGriselda: poemas muy fuertes, de imágenes punzantes,como esos"vértices" amenazantes que se repiten,como en un dibujo reiterativo y descontrolado, manejado por ¿el destino?
ResponderEliminar" Ella/no sabe/qué cubismo/le dibujó la vida."
¡Excelente! Irene Marks
hermosos poemas Gri, a pesar de los vértices y los cuadrados te salieron redondos.Abrazos amiga.
ResponderEliminarRosa Lía
hermosos poemas Gri, a pesar de los vértices y los cuadrados te salieron redondos.Abrazos amiga.
ResponderEliminarRosa Lía
Agradezco vuestra lectura, queridos Marta, Irene, Rosa Lía, Gustavo.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Analía