miércoles, 3 de noviembre de 2010

Gustavo Vaca Narvaja

-Córdoba, Argentina-

Apenas…

Apenas, ese lienzo blanco, cubre tus senos
Desertan tus hombros, el contagio de ocultarse
Has renunciado al pudor
Deshojando ambos capullos, del género sedoso
Permites así, emerger en plenitud, sin reticencia
En tu belleza pulcra, original y vanidosa
Con un cuello desnudo, libre de egoísmo
Es un tallo suave e inmodesto, cubierto de un barniz grácil
Quién sostiene la plenitud de tus facciones serenas
Con ojos sensitivos, casi melancólicos, cuando…apenas
Apenas… tus párpados, disimulan el deseo.
Esos ojos…
Han perdido el carácter huidizo, de la mañana
Han olvidado la resistencia al recato
Vencido el temor, florece tu sonrisa tímida
Apenas…
Tu boca, esbozó ese gesto glorioso
Cual si fueras Hécate
Advertidas por aquéllos, que siembran tormentas
La imagen fija, secuestrada de misterio
Espera impaciente la insolencia
Mientras tu espalda desnuda
Etéreamente arqueada, semeja un majestuoso junco
Descansando sobre un lecho de sábanas vírgenes
Y es allí……
En esa penumbra de oasis
Cuando tu cadera sonríe, con sus dos astros mellizos
Conquistando a Germánico, el amante desvelado
Montado en caballo alado
Recorriendo, la suavidad de tu piel
Dibujando la curvatura perfecta de tus piernas
Apenas…
Apenas se aparta, sientes el vacío
Que deja un cuerpo que se aleja sin palabras
Es, tal vez, el momento más doloroso
Disfrazado de despedida
Una máscara difusa
Que apenas…se recuerda en el tiempo
Apenas…
Digo…apenas


Aún…

Cuando estés ausente
Habitarás esa comarca de privilegio
Nadie sabe cuánta es la distancia
Ni cuántas nubes le acompañan hoy
O ayer…O mañana
En esos trayectos silenciosos
Nadie lo sabe. “Es el secreto”.
Pero indiscretamente, la distancia
Se fragmenta…
¿Será que el espacio es un mar?
¿O una larga planicie infinita?
Nadie lo sabe, pero
Como un ardid envuelto en seda
Un lazo de reminiscencias indemnes
Hacen despertar alboradas
Y allí estás…
Con un gesto premiado de pudor
Y la pureza de tus palabras
Aún cuando estés ausente


Pasión

¡Tú…!
Huidiza e insaciada palabra
Sin letras mudas
Sin letras heridas
Sin letras ocultas
Sin una sola escritura desteñida
Juntas
Muy juntas
¡Desafías!
Intimando la eternidad

¡Quién diría!
¡Tú!
Que en un lugar cercano
Muy cercano
El azar revelaría un milagro:
La pasión

¡Ah!
Esa incandescente palabra
Arrolló con brillo de luz
Como si fuese
Un gran resplandor
Rozando una protesta
Al purpúreo vivo de brasa atizada
Es un río de sangre ardiendo
Circulando en venas vivas
Enérgicas y poderosas
Mientras…
Insurrecta, germinas incitando
Urgiendo un ardor
Naciendo de sombras
Esquivando el roce pendular
De evocaciones pasadas

Y…
¡Ahora…!
¡Tú!
Disfrazada de astro
Coloreada de palabras
Bosquejada en finos trazos
Sobre el tapiz sumiso y vidrioso de la oscuridad
Riegas luces destellantes hiriendo caminos
En penumbras increadas
Donde la pasión emerge
Con el aullido salvaje
De indomable animal milenario
Liberado

¡Tú…!
Huidiza e insaciada palabra
Sin letras mudas
Sin letras heridas
Sin letras ocultas
Sin una sola escritura desteñida
Juntas
Muy juntas
Desafiando
Intimando la eternidad


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La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.
George Carlin

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