miércoles, 13 de marzo de 2024

Abel Otto Torre

Para todos los amigos 
que ya no están 

Estoy porque estoy 
porque la parca aún 
no ha llegado a mi puerta.

Como me acuerdo de pocos 
que fueron muchos, 
estoy agradecido a la vida 
por habernos compartido, y olvidado. 

Porque la vida es corta 
inventamos la inmortalidad. 
Mientras perduramos 
como la hoja que lleva el viento. 

Como la hoja 
del árbol que no tendrá 
a quién dar su sombra, 
ni a qué vientos abrazarse para ofrecer 
su danza de perennidad. 

La que ya no hace muecas bajo la lluvia, 
ni canta en el coro de gorriones, 
ni ejecuta en la orquesta de la vida. 

Sin embargo, grises y opacas se yerguen 
sobre la tierra y cantan mientras 
se transforman en verdes pastos 
para iluminar el Universo. 


Qué es poema 

Qué es poema 
sino la soledad, 
el frío, la pena, 
el río de palabras 
que corre entre las piedras 
que son blancas 
que son negras
y que rolan calle abajo 
como ruedas 
y las chispas que se escapan 
en su choque cuando truenan 
cuando lloran 
cuando piedras 
porque al ser como la vida 
van y chocan 
como lo hacen las palabras 
cuando en el camino suenan 
como suenan sin descanso 
las palabras de un Poema. 


Canción de río 

Tomo mates de perfil 
con la yerba olorosa del recuerdo 
bajo la sombra del vuelo de las aves, 
y allí cantarle con mi voz a la gran luna 
montada sobre cuerdas de guitarra. 

Cantarle como uno sólo sabe, 
igual que un perro en celo y enjaulado 
que entre un ladre y ladre le reladra, 
como loco que llora agua a baldes 
y corre al trote detrás de un arco iris 
cual potro enamorado. 

Yo quisiera que mi canción sea un hechizo 
para tener un encuentro a cuatro manos, 
y extraer todo el polvo de la nada 
tras la dura jornada que me excita. 

No quisiera exhalar sabiduría 
para que el can no la huela ni perciba, 
así el pordiosero que me habita 
podrá morder al terminar el día 
un merecido terrón de azúcar fina. 

Atrás vendrá el topo escudriñando 
las líneas rectas con todo su respeto. 
E igual las sábanas retozarán al sol 
sin pedir a nadie alguna tregua, 
para volar blancas mecidas por el viento. 

Y con las cuerdas que envuelva mi garganta 
no tendré frío por el calor del alma 
y me haré por el destino humano 
el dueño de la luna y la guitarra. 

Junto a una oleada de música y poemas 
vendré coreando una canción de río, 
para llevar la aurora al medio día 
y entibiada dejarla sobre arena. 


Abel Otto Torre
Córdoba, Argentina

6 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Un gusto compartir tus poemas, Tao.
      Mi abrazo y mis mejores deseos

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  2. Mientras leo tus poemas olvido mi soledad.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias querida Mimí, me alegra saber que has disfrutado de los poemas de este autor.
      Mi abrazo y mis mejores deseos

      Eliminar
  3. Estimado Abel, me han gustado tus poemas "agriculces"
    Te cuento un deseo. ( canción del rio)
    Yo quisiera escribir cómo tú!

    Beatriz Casera

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Beatriz:
      Me alegro que te han gustado los poemas de este autor.
      Mi abrazo y mis mejores deseos

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