¿En qué piensas, niño de los ojos negros
y la mirada azul?
¿Acaso en tu lejano país de origen,
o en este, de hoy, de tu adopción?
¿Podrá tu pisada breve dibujar huellas
en la arena seca?
Los vientos que envuelven tus sueños
te llevarán día a día
a destinos remotos, impensados.
A los amores que hoy te protegen
seguirán otros
que llenarán de luz tu corazón.
La risa colmará tu alma
y quedará por siempre.
En alas de una alondra dorada
cruzarás cielos, mares y sabanas,
volarás el horizonte de norte a sur
y arribarás a la tierra de tus sueños
donde encontrarás la paz.
Ángel de luz, tiende tu mano y
llévanos a gozar de ese mágico
mundo de ilusiones,
ahora eres tú el hacedor.
En Fort Lauderdale (Fl) Enero2016
Otoño
Amanece.
El sol cuaja de luces de colores las ramas de los árboles.
El silencio se despereza en el lecho de los amantes.
Contra el cielo, canta un gallo.
Un manto de grisácea neblina se desprende del suelo
y queda suspendido del cuerpo tibio de los ruiseñores.
Entre las piedras canta el río.
¡Cómo arrullan las palomas!
Luz y sombras. Oro y negro.
Voces, sueños, y el sonido tenue de un beso dormido.
Lágrimas.
Plata, cielo, nubes, dolor y pájaros muertos de amor.
Se estrella el cielo en la tierra, alcanza a la noche el día
y despejando las nubes, eleva al alma enmohecida.
Editado en el Jardín Mágico, 1966. Edición propia.
Primer poema
Cuando estás conmigo
cantan los grillos
cae el rocío
sopla la brisa
Cuando me besas
me sumerjo en agua mansa
me sacude el mar
me cubre la espuma
Cuando te beso
susurra el viento
se agitan las hojas
trinan los pájaros
Cuando me amas
se abre la tierra
ruge el volcán
estalla el trueno
Cuando te dejo
cae la noche
brota la bruma
todo es silencio.
La paz está en nosotros
Hoy salió el sol, como todos los días,
silbó el viento en la copa de los árboles
y el río susurró entre piedras musgosas.
Los pájaros cantaron al Señor
y yo me di al amor, como todos los días.
Pero no encontré justicia:
murió un niño de hambre,
un hombre perdió la luz y otro sufrió desprecio.
Hubo quien no trabajó y lloró de impotencia,
y todo sucedió igual que ayer, como todos los días.
Sólo encontraré la paz
en el retiro luminoso de mi aurora.
María Cristina Berçaitz
Buenos Aires, Argentina – Valencia, España
Ojos negros y mirada azul, casi casi los habituales colores de Van Gogh, entre azules, amarillos y cenizas. Marcaste un camino a ese niño con mucha precisión y ojalá que su paso por la vida sea de esa manera en este mundo “mágico de ilusiones como dices”. El “Primer poema” habla de una poeta enamorada, pasional, que estremece su cuerpo y enciende su alma. En el amor hay vientos, silencios y tormentas, Pero que bueno es poder transitar por esos espacios, es lo que nutre al ser humano, y le da alas al sentimiento. Y en la Paz entre nosotros, aparece nuevamente la poeta sensible, pero esta vez herida, sufrida en esas imágenes de desigualdad, dolor, ausencias Tres poemas que marcan el carácter de esta poeta que logra entregarse al lector y que comulga con ella
ResponderEliminarFelicitaciones Maria Cristina
Gustavo:
EliminarMuchas gracias por tus apreciaciones y por tu lectura.
Mi abrazo y mis mejores deseos