jueves, 17 de agosto de 2023

María Cristina Berçaitz

Destino 

¿En qué piensas, niño de los ojos negros 
y la mirada azul? 
¿Acaso en tu lejano país de origen, 
o en este, de hoy, de tu adopción? 
¿Podrá tu pisada breve dibujar huellas 
en la arena seca? 

Los vientos que envuelven tus sueños 
te llevarán día a día 
a destinos remotos, impensados. 
A los amores que hoy te protegen 
seguirán otros 
que llenarán de luz tu corazón. 
La risa colmará tu alma 
y quedará por siempre. 

En alas de una alondra dorada 
cruzarás cielos, mares y sabanas, 
volarás el horizonte de norte a sur 
y arribarás a la tierra de tus sueños 
donde encontrarás la paz. 

Ángel de luz, tiende tu mano y 
llévanos a gozar de ese mágico 
mundo de ilusiones, 
ahora eres tú el hacedor. 

En Fort Lauderdale (Fl) Enero2016 


Otoño 

Amanece. 
El sol cuaja de luces de colores las ramas de los árboles. 
El silencio se despereza en el lecho de los amantes. 
Contra el cielo, canta un gallo. 
Un manto de grisácea neblina se desprende del suelo 
y queda suspendido del cuerpo tibio de los ruiseñores. 
Entre las piedras canta el río. 
¡Cómo arrullan las palomas!
Luz y sombras. Oro y negro. 
Voces, sueños, y el sonido tenue de un beso dormido. 
Lágrimas. 
Plata, cielo, nubes, dolor y pájaros muertos de amor. 
Se estrella el cielo en la tierra, alcanza a la noche el día 
y despejando las nubes, eleva al alma enmohecida. 

Editado en el Jardín Mágico, 1966. Edición propia. 


Primer poema 

Cuando estás conmigo 
cantan los grillos
cae el rocío 
sopla la brisa 
Cuando me besas 
me sumerjo en agua mansa 
me sacude el mar 
me cubre la espuma 
Cuando te beso 
susurra el viento 
se agitan las hojas 
trinan los pájaros 
Cuando me amas 
se abre la tierra 
ruge el volcán 
estalla el trueno 
Cuando te dejo 
cae la noche 
brota la bruma 
todo es silencio. 


La paz está en nosotros 

Hoy salió el sol, como todos los días, 
silbó el viento en la copa de los árboles
y el río susurró entre piedras musgosas. 
Los pájaros cantaron al Señor
y yo me di al amor, como todos los días. 

Pero no encontré justicia: 
murió un niño de hambre, 
un hombre perdió la luz y otro sufrió desprecio. 
Hubo quien no trabajó y lloró de impotencia, 
y todo sucedió igual que ayer, como todos los días. 

Sólo encontraré la paz
en el retiro luminoso de mi aurora. 


María Cristina Berçaitz 
Buenos Aires, Argentina – Valencia, España 

2 comentarios:

  1. Ojos negros y mirada azul, casi casi los habituales colores de Van Gogh, entre azules, amarillos y cenizas. Marcaste un camino a ese niño con mucha precisión y ojalá que su paso por la vida sea de esa manera en este mundo “mágico de ilusiones como dices”. El “Primer poema” habla de una poeta enamorada, pasional, que estremece su cuerpo y enciende su alma. En el amor hay vientos, silencios y tormentas, Pero que bueno es poder transitar por esos espacios, es lo que nutre al ser humano, y le da alas al sentimiento. Y en la Paz entre nosotros, aparece nuevamente la poeta sensible, pero esta vez herida, sufrida en esas imágenes de desigualdad, dolor, ausencias Tres poemas que marcan el carácter de esta poeta que logra entregarse al lector y que comulga con ella
    Felicitaciones Maria Cristina

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    Respuestas
    1. Gustavo:
      Muchas gracias por tus apreciaciones y por tu lectura.
      Mi abrazo y mis mejores deseos

      Eliminar

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