jueves, 17 de agosto de 2023

Elena Garritani

El sol de un largo día 

Amanecía de golpe con los ojos abiertos. 
La conciencia, en su callada hora, 
demoraba ese breve espacio de tiempo 
para abjurar del día, 
escuchar la lluvia en el techo de zinc,
sentir el calorcito de las frazadas. 
La sensualidad inútil de la penumbra 
me anticipaba el café que saborearía luego 
con ojos de sueño. 
Vaciaba el sol un laberinto sobre mi confusión. 


Te confieso 

Te confieso, eres hermosa, fuera de tu cuerpo 
y de tu sexo no hay nada verdadero. 
Me complace verte debatiéndote hasta el amanecer 
buscando un hipnótico o una escucha. ¿Qué ser, para 
qué ser? Clamor que grita tu silencio. 
Te enamoras como la primavera de las primeras flores 
en el delgado frío de los tallos. 
El placer nieva sobre ti. 
Te miran, te desean, te encuentran. 
Miradas que complacen y esclavizan. 
Te exilias en tu geografía, resistes. 
La rebelión subraya tus actos, los excede. 
Lloras con Romeo y Julieta pero aún más 
con el Ocaso de los dioses. 
Entre la soledad y la histeria, el glamur y el deseo 
cobijas un dolor cercado en el lenguaje. 
Eres fuego, das lumbre a mis visiones. 
Eres cangrejo, retrocedes para avanzar. 
La luna cae en el océano y pasea
lenta por tu cielo. 


Ella va 

Toma el ómnibus/ se mezcla entre la gente/ 
atraviesa la ciudad como cereza en la boca del verano 
Sabe por la mirada de los hombres que despierta deseo 
lasciva halagüeña rapaz pervertida, esa mirada/ 
La constancia de la madre y sus cuidados/ 
el padre y sus pájaros, el tablero de ajedrez/
las rondas/ la rayuela/ 
El lenguaje osado muda la piel de la infancia/ 
En los laberintos de Buenos Aires hay rufianes 
traidores, viejos sátiros/ Señalados de Dios y ocultos 
de aspecto impecable. 
La fauna urbana es impredecible/ 
Fuera del colegio hay todo que aprender/ 
Ella lleva canciones de amor y protesta 
enojos y delicias/ Enloquece por él/ por ellos/ el amor 
la enamora. En los umbrales de la vida, la pasión atraviesa 
el cuerpo, perturba, expresa. 
Hasta que el lenguaje rubrica: novia/ esposa/ madre/ 
amante mujer al gusto de él/ de ellos/ de ellas/ 
Espejos en la culpa/ dedos afilados separan el cabito de 
las cerezas, una por una. 
Ellos degustan, mastican, devoran racimos agridulces 
en oscuro paladar.


                * * * 

Un gato tuerce mi suerte, un espejo se rompe en mil 
pedazos, las gitanas huyen las líneas de mi mano, 
escribo porque 
hay eternidades efímeras y turbulencias en el rostro, 
saltos al abismo, desmemoria de la felicidad 
y cuerpo traicionado. 
Escribo porque escribo mal, no soy buena poeta, 
como aquellos que ni una palabra de más o un adjetivo 
incierto. 
Empuñan con exactitud el idioma y lo dan vuelta 
tentando formas asombrosas. 
Me conmueven, tal vez los envidio, ellos me sugieren 
que deje de escribir, por eso también escribo.


Elena Garritani 
Buenos Aires, Argentina

2 comentarios:

  1. Excelente poesía Elena. Tus palabras estallan con pasión en el decir de la página. "Te confieso" trasmite un sentir y un latir magníficos. Repito gozando dos frases bellísimas: "El placer nieva sobre ti." Y en el final:"La luna cae en el océano y pasea lenta por el cielo". Gracias por tanto. Saludo desde Córdoba, Alfredo Lemon

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    Respuestas
    1. Alfredo:
      Muchas gracias por tu lectura y tus apreciaciones.
      Mi abrazo y mis mejores deseos

      Eliminar

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