jueves, 17 de noviembre de 2022

Marta Zabaleta

Certezas de la noche alta del poeta 

            dedicado a Nicanor Zavaleta 

Cada cual 
se hace costra 
en su esperanza. 

Hasta el sol 
se ve humillado 
cuando las nubes 
hablan. 

Trunco 
el viento 
despelleja 
una naranja. 

Pero mi sombra 
abanica una retama 
y los dedos 
se deshojan 
de mis manos, 
para que el arpa
toque para sí. 
La sosegada 
partitura sonámbula. 


Desde el insomnio 

En la lejanía se escucha al primer tren que llega. Y una siente que afuera se respira, que hay gente que se mueve, que existe un mundo al que mira a través del jardín de al lado, todo nevado, con una luna llena que atraviesa unas ramas secas, y una que adentro, taciturna, se ve reflejada en la ventana: ¿qué piensa? ¿A qué aspira, un cuerpo que se pudre? 

Epping, 11 de febrero 2012, 05.25 


Contrastes 

Cuando 
en medio de la noche 
como una yegua de crines incendiadas 
grito tu nombre 
me responde un eco 
como, duermo, duermo y amo 
y más 
pero a deshoras. 

Sedimentados 
los cabellos grises 
me hablan de un mar azul 
envuelto en una sombra 
y duele el corazón del fuego 
entonces, protegida con enormes capas 
de amarillo, azul y luego blanco, 
y sostenida por la última rama 
del último rescoldo 
apenas 
de la mano 
del último fantasma 
cuando 
me tiendes un lienzo de plata. 

Fosforescente 
con mi ser cautivo 
veo tu cuerpo reflejado en las arañas 
comes, duermes, fumas, trabajas. 
Dulce tu mano 
vertebrada de cuernos y serpientes 
corta el viento 

pongo la mesa
y escucho 
cómo amas. 


Marta Zabaleta 
Nació en Santa Fe, Argentina. Reside en Londres, Inglaterra 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por pasar por aquí.
Deseo hayas disfrutado de los textos y autores que he seleccionado para esta revista literaria digital.
Recibe mis cordiales saludos y mis mejores deseos.
Analía Pascaner