Papeles en la noche
I
Hay algo que no entiendo,
me dije.
Una tabla, o un retazo de
memoria,
quedó en algún lugar, o
bajo tierra.
Un viento, a veces, alguna
hora,
dan indicios de esa
pérdida
o ese pozo; como si una
raíz extendida
hubiera cesado en algún
tiempo
(y en mí mismo); una raíz
arrancada
y puesta a secar lejos;
lejos
de la vida y de las cosas.
Hay algo que no entiendo,
me dije.
Una tabla, o un retazo de
memoria,
quedó en algún lugar, o
bajo tierra.
Un viento, a veces, alguna
hora,
dan indicios de esa
pérdida
o ese pozo; como si una
raíz extendida
hubiera cesado en algún
tiempo
(y en mí mismo); una raíz
arrancada
y puesta a secar lejos;
lejos
de la vida y de las cosas.
II
En los pasillos del tren
rápido,
compañeros de viaje, todos
hablan
sin saber ya qué decir,
mientras
traquetean los vagones,
estación
por estación. Las luces
de las calles
entran como flechas por
las ventanillas,
y los rostros cansados
quedan,
por un instante, tocados,
relumbrados.
Pero es sólo un efecto
como de cine,
cuando cada uno, callado
o en palabras,
va con lo suyo, de regreso,
solo,
y sin más.
rápido,
compañeros de viaje, todos
hablan
sin saber ya qué decir,
mientras
traquetean los vagones,
estación
por estación. Las luces
de las calles
entran como flechas por
las ventanillas,
y los rostros cansados
quedan,
por un instante, tocados,
relumbrados.
Pero es sólo un efecto
como de cine,
cuando cada uno, callado
o en palabras,
va con lo suyo, de regreso,
solo,
y sin más.
Eduardo Dalter
Buenos Aires, Argentina
Me alegra encontrar una muestra de la obra del prolífico poeta Eduardo Dalter en las páginas de tu revista, Analía.
ResponderEliminarMuchas gracias, cariños a ambos. Lina
Gracias por tus palabras, Lina
EliminarCariños
Analía