miércoles, 27 de mayo de 2020

César Bisso


Retales de La Forestal

La tarde ciñe corona de taninos
sobre la frente del monte devastado.
Un rincón del infierno sobrevive
al duro golpe del hacha.
Obraje atrapado por el simulacro
de la fortuna, oficinistas de ultramar
encadenados a cuadernos y balances.
Todo suma a favor del quebracho.

De aquella urdimbre de músculos
quedan nombres grabados en mármol,
calles esponjadas, casas sin dueño,
silencio enfundado en nubes de polvo.

Son viejos soles, viejos ardores.
Y la alta chimenea que gobierna el tiempo,
nunca el olvido, en Villa Ana.        


Por ti

Amo lo que fue y no ha sido.
Las palabras y el silencio.
Estar donde habla el agua
y ver más allá de la maleza.
La infancia que perdura
y toca la puerta del milagro.
El pez que huye de la red
y nada contra la fuerza del río.
César Vallejo y su dios,
desamparado y enfermo.
La voz de Caetano, encadenada
al vuelo de una garza mora.
Las bellas criaturas de Chagall
que todavía sostienen el cielo.

Nuestra hija, donante de gracia.
Y un gato, sereno y memorioso.

Y tú,
compañera de la fe,
que crees en la bondad
y rezas callada por nosotros
y pides más vida, menos dolor.

Amo lo que es y sigue siendo.


Poemas del libro del autor: Andares. Ed. Ananga Ranga

César Bisso
Nació en Santa Fe. Reside en Buenos Aires, Argentina

4 comentarios:

  1. Siempre me maravilla leer los poemas de este admirable autor. Saludos y felicitaciones.

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  2. ¡Estupendos poemas!
    Un poema que empieza diciendo:
    "La tarde ciñe corona de taninos", necesariamente será un magnífico cuadro, como efectivamente es.
    ¡Ay nuestro quebracho!

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu lectura, Fénix.
      Cordiales saludos
      Analía

      Eliminar

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