Le abrí las puertas
Le abrí las puertas al sol esta
mañana nueva
y le dije
¡entra amigo!
Entra y quédate conmigo
iluminando mis mañanas todas,
me cansé de caminar a solas
y le dije
¡entra amigo!
Entra y quédate conmigo
iluminando mis mañanas todas,
me cansé de caminar a solas
caminando entre sombras
estos días de ahora.
estos días de ahora.
El invierno se nos viene encima
con su carga de grises y de cobres
mientras se prepara para seguir robando soles.
con su carga de grises y de cobres
mientras se prepara para seguir robando soles.
Entra hermano sol
y quédate conmigo un tiempo más
tengo cosas para hacer y no quiero que me cubran las sombras
antes de ver una nueva primavera
cubierta de verdes y de flores,
de ver crecer mis horas,
de despertarme con auroras nuevas
antes de acostarme con la noche total,
definitiva y cohabitar con ella para procrear el silencio
entre el verde follaje de las sombras…
y quédate conmigo un tiempo más
tengo cosas para hacer y no quiero que me cubran las sombras
antes de ver una nueva primavera
cubierta de verdes y de flores,
de ver crecer mis horas,
de despertarme con auroras nuevas
antes de acostarme con la noche total,
definitiva y cohabitar con ella para procrear el silencio
entre el verde follaje de las sombras…
Guárdame
Guárdame en el lugar de tu sitio
esta mañana;
guárdame en el temblor del ave y en el agua,
guárdame en tu seno virginal
para despertar en espiga,
otra alborada.
esta mañana;
guárdame en el temblor del ave y en el agua,
guárdame en tu seno virginal
para despertar en espiga,
otra alborada.
Guárdame entre el lino de la
sábana,
en la almohada húmeda derramada en el suelo
y en el sol, golpeando tu ventana.
en la almohada húmeda derramada en el suelo
y en el sol, golpeando tu ventana.
Guárdame en tus sueños,
otro día, otra mañana;
en tus ojos salobres, en tu nostalgia;
déjame pervivir en tu recuerdo para no morir
amor, en tu distancia…
otro día, otra mañana;
en tus ojos salobres, en tu nostalgia;
déjame pervivir en tu recuerdo para no morir
amor, en tu distancia…
Guárdame por fin en la ternura
de cuando
tú me amabas,
para vivir, eternamente tuyo en tus ojos,
en tu boca, en tu palabra…
tú me amabas,
para vivir, eternamente tuyo en tus ojos,
en tu boca, en tu palabra…
Gustavo Córdoba
Catamarca, Argentina
Me encantaron !
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura, Beatriz.
EliminarCariños, una buena semana
Analía
Poemas muy líricos, bien y adelante
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura, Haidé.
EliminarCariños, mis mejores deseos
Analía