-Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, Argentina-
Todavía la vida
La tarde es un proyecto
de alto vuelo,
aunque yo tenga que lavar la ropa
y llenar platos vacíos.
Sin el tono habitual de tu voz diciendo las palabras que me daban fuerza
mi interior está amargo
con una frontera de vacíos y llenos que no me dejan concentrar en la olla
en el aroma de la sopa de apio
y en el relleno de los zapallitos.
¿A qué hora regresa tu sentimiento de antes,
tu disposición a la buena sonrisa
tu pasión, tu acariciar como un viento de abril?
¿A qué hora tengo que tener lista la mesa
para que tu rostro tenga ese sabor de mermelada
y se acerque tanto a mí que me produzca emoción?
Este reloj tiene una aguja que se ha detenido
un tic tac fuera de ritmo
una piedra que le da la extraña forma de lo obtuso.
Yo soy la Mujer,
la que debe llamarte a palabra
la que puede asomarse a tu nombre para que lo pronuncies
como antes
cuando tu sábana quedaba ahíta del color de la vida en plena juventud
en plena facultad de roces y alegría
en pleno amor
en pleno proyecto de días venideros
y de buenaventura al borde de la casa.
Sin vos este lado del silencio está completo.
Yo no sé si elegir esta soledad
o la tuya.
Es que
soy mujer y mi estruendo me protege de todo ruego posible.
En mi casa sólo hay lugar para las autenticidades.
tengo que cuidar de mi cabello y de mis plantas
darle de comer a los cachorros
y mimar las costumbres,
revisar las cañerías
abrir la canilla para regar el verde del patio…
No puedo andar detrás de tu cansancio para que se vierta en energía,
fijate
si podés hacerte cargo de vos
después
vení a charlar que en mi trajín haré un alto,
como siempre,
para las cosas importantes.
Réquiem
Voy camino a tu costado en lanza
dicen que en tu frente hay una promesa
intento la fe,
pero late la incredulidad en mi pecho
como un corcho flotante en la inmensidad de mi llovizna.
Agua sucia
arena y pedregullo
sol y viento
¿será posible?
Pudiera yo pisar tu huella
y besaría la tierra con la sangre de mis pies,
pero el amor es mensura y no me cabe.
Entre la rumorosa muchedumbre
tu disfonía es asombrosa:
casi no se te escucha.
Nadie te ve caminar sobre el agua
y ya no hay peces en el mar.
¡Tengo tanto sueño!
sin embargo el insomnio es una tenaza que me muele.
Pudiera yo pisar tu huella
y besaría la tierra con la sangre de mis pies,
en tu nombre.
Pero el amor no es de mi talla.
Tristemente.
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El amor no es azar, es elección. El amor no es una colección de amores y desamores. El amor no es la circunstancia, es la permanencia.
Francisco Garzón Céspedes
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martes, 12 de enero de 2010
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Hola Susana, paloma de Entre Ríos.
ResponderEliminarBellísimos poemas. Muchas gracias
"Todavía la vida" tiene plenitud y desgaste en esperas, todo su recorrido me sorprendió bellamente por la forma de decirlo.
ResponderEliminarBuenos poemas, Susana, siempre es un gusto lerte.
Va un abrazo
Betty
Bellísimos poemas Sú, un abrazo Gus.
ResponderEliminarMis tan queridos Norma, Betty y Gusti:
ResponderEliminarMuchas gracias por sus palabras.
Te cuento Betty, que cuando leí "Todavía la vida" dije "éste va sí o sí".
Mi abrazo para todos.
Analía
Mi recorrido por esta revista ha sido un placer. Y, además, encontré mis poemas. Y también comentarios de estos fabulosos poetas. Gracias a vos, Analía! Un abrazote. Sú
ResponderEliminarGracias por tus palabras, querida Susana, y gracias por tu confianza al "prestarme" tus poemas.
ResponderEliminarMi abrazo
Analía