-Río Cuarto, provincia de Córdoba, Argentina-
Antonia
Su cara se percibía desde lejos, por detrás del cristal de la ventana. Creo que Antonia era su nombre.
Tenía el cabello corto y prácticamente blanco, la cara poblada de huellas del tiempo. Siempre vestía de negro, quizás era eso lo que tornaba su figura aún más misteriosa… No sé, pero no podía dejar de observarla; su presencia me resultaba enigmática.
Era mi vecina… Cuando de noche salía a la vereda, disimuladamente miraba de reojo y ahí estaba: parada detrás de su ventana con la mirada clavada en mí, urdiendo su hechizo. Bueno, eso era lo que yo pensaba en aquel momento…
Hoy cuando recuerdo mi infancia, no puedo dejar de sentir nostalgia por Antonia y su oscura y fantasmal silueta tras el cristal.
Todos mis amigos decían que era una bruja… Cosas de niños. La pobre mujer, noche a noche, agonizaba, masticando su propia soledad.
3º Premio Concurso de Cuentos "Proyecto Expresiones" - Marzo de 2008
El residuo de lo que no está
Luego queda el vacío. Restos de presencia de quien ya no está.
La imagen ausente se aferra con fuerzas; se cuelga de los bordes del espacio incierto que la ignora, que niega su figura en este mundo.
Yo busco (sin encontrar), las migajas de palabras que se esfuman y dispersan en este espacio, en esta dimensión confusa que me circunda.
Tu rincón quedó vacío. La ausencia cruel de tu cuerpo enfrió las sábanas que ayer te rozaban.
¿En qué lugar encuentro tus miradas? ¿A dónde tropiezo con la tibieza de tu ser que ya no está?
Te tragó el destino. Ya no ocupas el lugar que se te había ordenado. Tus partículas carnales se esfumaron, sólo quedó la ráfaga de tu existencia haciendo el eco absurdo que a diario conforma a mi razón.
El día y tu recuerdo
El día emerge de su lecho de sombras, renace el sol desde su tumba ardiente volteando la puerta de los segundos matutinos. Se dibujan sombras proyectadas sobre la superficie terrenal que me sostiene.
Mis ojos capturan los esbozos que el destino caprichoso se encarga de trazar y mi mente desespera.
Entre mi tiempo y la nada, cruza el pálido reflejo de una vida inconclusa, que se funde en el eco de la frase que pronunciaste alguna vez; corriente sombría de silencio que nace de las ruinas de gritos olvidados y humedece las costas del mar de mi pasado.
El día y tu recuerdo, emergen de su lecho de sombras… y yo me ahogo en las aguas de mi propia nostalgia, para renacer mañana… junto al día y tu recuerdo.
…................……………Cuentos tomados del blog de la autora:
………................………http://narrativa-marjull.blogspot.com
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Hay un proverbio antiguo que dice que cuando está uno en un hoyo profundo, lo primero que hay que hacer es dejar de escarbar.
Immanuel Wallerstein
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martes, 12 de enero de 2010
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Muy buenos María Julieta, trataré de entrar también a la página. Gracias Analía por acercarnos tantos buenos trabajos.
ResponderEliminarLily Chavez
Muy buenos los relatos María Julieta
ResponderEliminarGracias por compartirlos.
Liliana y Norma queridas:
ResponderEliminarGracias por leer los textos de María Julieta.
Mi cariño
Analía