-Madrid, España-
La creación / El cuento del dragón que sueño
Nunca he padecido de insomnio. Tampoco ahora. Se trata de que no debo dormirme. El dragón del cuento me espera en ese persistente sueño inacabado que cada noche suma nuevos sucesos. La primera vez que lo soñé era una imagen lejana, difusa. Pero una tras otra se ha acercado. Anoche desperté cuando la lengua de fuego del dragón que cuento casi me devora. Y lo que no puedo soportar es la certeza de que, al devorarme, devoraría la voz que lo reinventa.
La visualización / El jadeo salvaje del cuento
El narrador oral intentaba penetrar en el cuento tras las huellas del Gran León. Para poder contar esa historia, necesitaba visualizar internamente al león con tal minuciosidad que le olfateara la carne devorada, le palpara los músculos prensados de los flancos, le viera el acero contra la piedra de afilar de los ojos. Visualizarlo en detalle para elegir lo esencial y sugerirlo. Escucharle el rugido de incendiada madera. El narrador, concentrándose, olvidó las huellas y recordó aquella vez que del circo escapó un león enorme como una llamarada. Varios hombres con una red, él entre ellos, apoyándose unos a otros, lo atraparon. Entonces pudo el narrador regresar al cuento, imaginar al Gran León inmenso como aquella montaña de fuego. De pronto el narrador sintió por detrás un jadeo salvaje. Ásperamente cálido. No se volvió. No existía un circo en las proximidades, estaba solo y no tenía una red. Se inmovilizó. Requería tiempo para imaginar, a su espalda, una jaula.
Los dos cuentos anteriores pertenecen a la colección Cuentos del narrador oral escénico
……………Trilogía del caballo
…………………Caballo sobre una pelota
El caballo sube las cuatro patas sobre la pelota abandonada en el camino y hace equilibrios hasta ser estatua. El caballo añora el circo, cierra los ojos, y la carpa se levanta tensa y firme. Las yeguas, a lo lejos, para aplaudir, relinchan.
…………………Caballo sobre las llamas
El caballo salta por encima de las llamas. Es tal su empuje, su precisión, su celeridad, que las llamas no llegan a tocarlo. Las yeguas quedan paralizadas. Y el caballo yergue la cabeza, agita la crin, relincha poderoso, oculta su temor cuando desearía compartirlo.
…………………Caballo sobre un trapecio
Cuando el trapecio desciende, el caballo lo detiene con una pata. Después lo impulsa, y el trapecio, aparentemente vacío, algo del caballo lleva encima: el ansia de ascender, los deseos de volar, los ecos del viento en las montañas.
La Trilogía pertenece a la Colección Gaviotas de azogue 13, Septiembre de 2007, Madrid, España
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¿De qué sirve ganar
si no ganan conmigo
los que vienen detrás?
Roque Narvaja
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viernes, 25 de septiembre de 2009
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