una pata lanuda
patapatita
un leve contacto que disuade
adormece
retiene
al borde del despeñadero
de la rodada cuesta abajo
encerrando las secas raíces del ayer
las rocas filosas del mañana
en un paréntesis
por hoy.
Y hoy talveztalvez
no pierda pie
no me venga abajo
no me desmorone
como tantas veces.
* * *
Aquí
aquí estoy
en mi cueva
yo
el de la punta de silex
el brujo que da vida
quiero dejar mi huella mi marca
mi mano voladora
mi mano mágica
pluma flotando en un viento de piedra
* * *
Katábasis vs. Anábasis
La gravedad se impone a todos con fuerza de ley. Catábasis. El descenso es fácil: rodar cuesta abajo, hundirse hasta tocar fondo; luego no lo es tanto: hay que explorar ese abismo lleno de trampas, de sutiles asechanzas, de monstruos travestidos. Pronto nos hartamos de disipar equívocos, nos sentimos apabullados por tanta verdad enquistada, lo coriáceo de ciertos nódulos nos desanima.
E intentamos volver al yo superficial, al ego falaz de todos los días. Anábasis. Pero nos perdemos en un entrevero de alas y de zarzas como el poeta Saint-John Perse. La subida es ardua con las alas encenagadas y maltrechas. Hay que huir sin embargo, huir hacia arriba, re-aparecer, emerger de la oscuridad dejando atrás lo turbio, lo enigmático, lo inexplicable.
Poemas inéditos
Paulina Juszko
Villa Elisa, Buenos Aires, Argentina
Gracias, Analia. Pauli
ResponderEliminarSiempre un gusto publicar tus poemas, Paulina. Gracias a ti por la confianza.
EliminarAquí en esta revista literaria, siempre tienes un espacio para tus letras, cuando gustes.
Mi abrazo y mis mejores deseos
Katábasis vs. Anábasis es una reflexión poética lúdica y notable. Gracias Paulina.
ResponderEliminarA emerger de lo turbio, oscuro y que no permite volar. Saludo desde Córdoba
Gracias por tu lectura, Alfredo.
EliminarMi abrazo y mis mejores deseos
Siempre la belleza edifica nuestra realidad, gracias por publicarla Analìa Pascaner
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