esta
costumbre
de amanecer
vestidos
con el traje de sol
de reinventarse
cotidiano
colocarse
alas de aire
y remontar
mañanas
pieles
calendarios
imaginarte
imaginarnos
en qué
lugar
del día
uno
puede aunar
sonidos
y
sílabas
de pájaroshombres
dispersarlos
en rincones compartidos
de tantas quimeras
ocultas
en las abstractas geografías
de esos seres
que deambulan
en silencio
sin sonreír en un instante
al pasajero de la sombra
que a su lado
transita.
Cómo
sabernos
nosotros
cada día
que abrimos
nuestros párpados
para decirle
buen día
a este siglo
que nos
habita.
Un sol olvidado
El nivel
de la utopía
supera
los límites imaginarios
de la ficción.
La realidad
es un espectro
atónito
que ronda somnoliento
por los vértices furtivos
de la noche.
Un sol
olvidado
entre luces
y calles
deambula sinsentido
dibujando sombras
y bosquejando
poemas
en paredones de
madrugada.
Lo apuran
relojes obsoletos
y brisas danzarinas
que se apegan
a su piel.
Exhala
un aliento atroz
desde sus pulmones
desgastados
de los años.
La noche
compañera inseparable
de sus pasos
le hace un guiño
cómplice
al sueño vagabundo
hasta disiparse
en sigilo
entre la niebla de neón
y el húmedo
desliz
del calendario.
Osvaldo Risso Perondi
Bialet Massé, Córdoba, Argentina
Magnífico y riguroso tu segundo poema "Un sol olvidado" estimado Osvaldo.
ResponderEliminarLa utopía nos sostiene para resistir en tiempos aciagos y de intolerancia.
Aprovecho para agradecer también, tus entregas y tu trabajo en "Mapuche" de tantos años...
Me acuerdo incluso de tu época en que residías en Venado Tuerto...
Te abrazo grande desde Córdoba, deseándote salud y bendiciones para tus días y tu obra
Alfredo:
EliminarMuy agradecida por tus comentarios.
Mi abrazo y mis mejores deseos