Un pájaro en la rama de la historia.
Un pájaro con ojos de universo.
Con alas de noches incendiadas;
alas de cofres extranjeros; del color de la coherencia.
Un pájaro con pico de relámpago;
con pico de guadaña enmohecida.
Con movimientos de verano sin montura;
patas de cangrejos que se duermen;
de potro ya cansado y duendes medievales.
Atardece. Hay un pájaro en la rama.
Una rama que acuna caracoles.
Un pájaro con mirada de nuez y oro dulce;
con mirada de hoguera y cenizas;
ojos de cerradura que se quiebra;
ojos de barcos que naufragan en desiertos.
Un pájaro con plumas de áspero coraje;
plumas cubriendo los baúles
y trinos humeantes entre leños de agua fresca.
Atardece. Hay un pájaro en el centro del mundo,
en el centro de las vías del tren,
en el centro de algún meridiano.
Un pájaro en una rama fuerte, precisa,
como la vida, la infinitud, la inocencia.
* * *
La mujer del sol
ha recorrido las playas de Marbella.
Sus labios dorados
llevan los besos de los mares,
el rocío de lunas
con color de arco iris.
Ella alumbra cuando la noche se enoja,
lleva calor cuando la nieve arde.
Transforma la vigilia en sueño de hadas;
tiene un secreto
escondido en la arena.
El secreto se agita,
las eras lo transforman,
el viento lo sepulta.
Y ella, la mujer del sol,
lo guarda en la eternidad.
* * *
Es mar que lleva campanas en sus ojos,
estrellas ocres, verdes, plateadas.
Un faro la espera con luces de algodón y espuma.
Ella camina sobre olas de verano
tatuando en su rostro estirpe de elegidos.
En sus labios
la nostalgia se transforma en belleza
y crece en su sonrisa
la semilla azul del cielo.
* * *
Octubre es opaco.
Grietas peligrosas lo habitan.
Ellas se transforman en cadenas
que aprietan la garganta.
Octubre asesina los proyectos
y diciembre traiciona y oscurece.
Hay meses donde anidan, sin piedad,
los dolores más crueles de la tierra.
* * *
Antes de nacer
ya había visto encrucijadas,
los nidos de las pérdidas,
las heridas que los árboles guardan
cuando esperan septiembre.
Pero también mis ojos
se llenaban de dicha
cuando veían gotear de los faroles
hadas amarillas preñadas de enero.
Poemas tomados de la página web de la autora
Susana Cattaneo
Buenos Aires, Argentina
Oficio y talento en tus poemas Susana.
ResponderEliminar"Octubre" me pareció muy certero.
"Hay meses donde anidan, sin piedad, los dolores más crueles de la tierra". Gracias!
Alfredo Lemon desde Córdoba
Muchas gracias por tu lectura y apreciaciones, Alfredo.
EliminarMi abrazo y mis mejores deseos