domingo, 12 de marzo de 2023

Adriano de San Martín

Carta a la esposa 

Hablame como siempre / decí
que me querés / ¿soy en tu vida 
remordimiento? 
Juan Gelman 
 
Estoy sentadito en un banco de niebla 
pensándote conversándote extraviado 
conversándome pensándome cautivo 
                       separado de vos por la lluvia 
el enjambre de cipreses 
                         la punzada de la tarde 

aquí reinventándome la fantasmagoría de las palabras 
la magia del trance vértebra tras vértebra 
en la piel de la herida perpetua la posibilidad del vuelo 
                  pajarito/machete 
que volás con mi muerte alrededor de la mesa 
al acorde de las horas 

intento un gesto para tu cabello de lentejuelas 
                 rostro de cristal azul 
para tu voz adormecida en el teléfono 
intento un desabroche del duelo en la cintura de tus ángeles 
espuelita de mango en la noche de gangoche 
         para patrullar mis cementerios intento pero retrocedo 

intento en el mangle de tu deseo 
litoral encrespado por el temporal de tu vientre
ola que rueda y muere y rueda por todo el universo 
espera la luz del encuentro en el fragor de los cuerpos 
dentro de tu sexo de astros empapado por la semilla de polvo 
               la nieve amarilla del tiempo 

retrocedo pero intento retrocedo cisne calcinado en los abetos 
canto de rosario de reyes destronados estrella del sur palma venus 
cascada de más estrellas astros estrellas que persigo 
para descubrir nuestro pesebre sin mulas ni bueyes sino 
musgo hierba seca 
              ciudad fragmentada de los diciembres

rehúyo entonces pero peleo rehúyo 
empapelo las paredes con estos ideogramas 
parpadeos gritos contraespalda caballo desbocado 
en tu falda salto lanza salto 
                                    caigo 
viacrucis de luciérnagas vasos botellas velas apagándose 
                          cristus rotos 
vírgenes guardadas en anaqueles con azafrán de medianoche 
olor a azufre sudor hierbabuena pasos en la otra habitación de arena
golpeo finta golpeo finta 
                         paredes de humo 
                         puertas de avena 
golpea bajo golpean arriba golpeamos en el centro 
sombras en la caverna me llevan 
                                  caigo 
                                  caigo 
                                  caigo 
                                          caído 
mi descanso es una camilla sin descanso una camilla de niebla 

no descanso los miércoles ni los sábados 
tu santo es mi santo grial mirasol en el portal en el oratorio 
en el altar de flores papel crepé con su mantelito de gamuza
mírame como rezo en tus rodillas me poso nuevamente en tus pechos 

beso tus manos tus ventanas tus pies beso todo tu cuerpo 
                        lo beso en la noche del milagro 
paseo por tu jardín de alucinaciones con riesgo me incendio 
                        paseo pero el milagro no sucede 
                        sucedo fuego transparente interno externo 
no me digás que sos arrepentimiento 

decime que me querés pero no en tus secretos 
en tus viajes de notas muertas en tus cadáveres 
no por teléfono decime que me querés
como en aquel pueblo donde ahora dibujo incinero manoteo 
detallo una vez más tus pechos tus volteretas en la almohada 
para no despertar a la niña que llevabas por dentro 
                        dormida a nuestro lado 
decímelo suavemente                 ¿tenés remordimiento? 

para ser como soy palabra de mis palabras 
aguacero del recuerdo pasadizo de lo venidero 
fantasma de tus desvelos             ¿no me lo decís? 

por construirme un hogar de palo en la selva de mis quimeras 
un tálamo de viento en los devaneos del verso
almohadones de chocolate sábanas de menta 
con tu nena en el escaparate o en la mesa del domingo 
con mi desayuno a cuestas         ¿no me lo decís? 

no me digas qué somos: ¿remordimiento? 
sino qué seremos en esta avenida de ausencias 
                 palomita de mi tristeza más oblicua 
                 aguatera de mis fiestas de ceniza 
qué seremos si esto somos: remordido remordimiento

abrime con tus decires para poder contarte mis insomnios 
caminatas por la hierba 
                            ronda en la madrugada de tus ecos 
abrime con tu abrealmas para contarte más de cerca 
cómo me caigo por dentro y peleo intento rehúyo peleo 
pellizcando las noches para no recibir más que miradas 
                      soliloquios de mi sangre donde me vierto 
cerrame pues para no abrirte mis senderos de incienso 
alumbrados apenas por tus ojos tus dedos de lucero 
cerrame partera del barro poneme unos barrotes 
                    pero decime cómo seremos 
si no me decís que me querés qué soy en tu vida 
¿algo más que remordimiento?            ¿algo más? 

cerrame pues como la madrugada que gotea golpea 
se planta en mi acecho por los pasillos de las serpientes 
             cerrame / abrime - abrime / cerrame 
curame con tus hierbas poné tu imagen sagrada al sol a orar 
por nosotros 
por nuestros pecados nuestras dudas nuestras deudas 
             abrime / cerrame - cerrame / abrime 
para que navegués mis páginas retrocesos en letras negras 
perfumes malogrados café que no se asienta 
vení a esta hoguera de febrero vení tomá mis manos maestrita 
consolame con el desconsuelo que no consuela 
saboreá estas lágrimas cuchillos apagados en la distancia 
apagame / encendeme / apagame / encendeme 
decime que no me querés que me querés que no 
que yo soy otro                                 el otro 
alguien que imagina tu vuelo los martes o los jueves 
tus figurillas de arcilla en la casa sin paredes
las cariátides del último pabellón que no conoceremos 
el piso de candela la escalera en flor el cielo en duermevela 

decime con tus dedos de agua apagame en este incendio oceánico
apagame o encendeme o apagame con tus guerreros del viento 
pero decime si hemos sido somos seremos arrepentimiento
con tus manos tus sueños con tus cantos tus anzuelos 
porque me ahogo me esfumo porque me quemo 
                                                          decime 


Del libro del autor: Profesión u oficio, 2002 
Adriano de San Martín 
San Carlos, Costa Rica 

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