Hogar, espacio algodonado,
nido de colibrí,
guarida de invierno,
estocada de hielo.
Tobogán invernal
cuna del frío.
Agradezco la tibieza de mi cama,
los perfumes flotando en la cocina,
-olvidados aromas del estío-
Doy gracias por la música,
el cine, la lectura,
dueña y forjadora de mis sueños.
Agradezco el tejido de la araña
-catarsis de mi invierno-
días cortos de noches largas
eternamente frías.
Trenes cargueros transportan
temperaturas gélidas, en el final
del invierno y la pandemia,
deseo:
andar por el mundo sin barbijo y sin miedo
invitar a un himno final,
dar gracias por haber vencido.
Esperar, con paciencia de ermitaño:
REVERDECER.
Alicia Danesino
Buenos Aires, Argentina
volver, vencer en el tiemplo nuevo y el poema, amiga , un abrazo
ResponderEliminarSe intuyen hondos sentimientos recorriendo este poema. Hay una gran fortaleza y mucha luz. Y sí, sin duda también hay una catarsis que apoya la espera de un pronto renacer.
ResponderEliminarAbrazos.
Agradezco, Roberto y Lina.
ResponderEliminarMi abrazo
Nadie lo ha visto puede estar en cualquiera Es una alucinación. Un fantasma sin edad. Solo con sus púas que aletean sus puntas filosas ya dispersas en las calles, fábricas, viviendas, aviones, cines, shopping. No hay lugar en donde no esté. Se multiplica por segundos, se contagia por segundos.
ResponderEliminarSolo las mentes obtusas se burlan, lo niegan
asi fue el 2020 y el 2021, tal como el poema nos muestra con sus temores y sus esperanzas.
pero ya en este 2022 comenzamos a reencontrarnos
Muchas gracias por tus apreciaciones, Gustavo.
EliminarAsí sea, por un 2022 con abrazos y presencias. Muchos cariños