Los estrechos caminos que transito
¿son acaso los mismos que un día recorrí?
Recuerdo mañanas claras y días de lluvia.
La tierra, las vainas, el césped, los pinos…
Los colores de antaño eran distintos.
Hoy todo es un sendero solitario y angosto.
Sin un arbusto a los costados.
Sin una fuente allá a lo lejos.
Sin un río.
Los animalitos de otro tiempo
¿en qué veladas dimensiones moran?
El canto de los pájaros, hoy enmudecido
¿es tal vez la memoria de lo que nunca fue?
Y si pudiera contemplar mi reflejo
en las aguas quietas de un remanso
¿sería acaso mi rostro el observado?
Será que el tiempo todo lo transforma
pero siento nostalgia
de aquel que fui en las tardes del otoño
que nos juntaba alrededor de la esperanza.
El destino del hombre es seguir caminando
seguir mirando con amor los nuevos horizontes
a pesar de los paisajes y las muertes
que van quedando atrás como fotos calcinadas.
Que te vuelva a encontrar
Que te vuelva a encontrar.
Tan sólo pido
que la vida me otorgue ese milagro.
En este día gris en que te siento
tan lejana cual si entre nosotros
mediase el manto acuoso de un océano
o la arena infinita de un desierto
sólo pido que llegue
el día del perdón o del olvido,
el día en que estas calles
que hoy dolorosamente nos separan
converjan en un punto,
en una plaza azul donde resulte
posible un nuevo encuentro
donde no sean precisas las palabras.
Sólo pido a la vida
que ese día amanezca:
Que te vuelva a encontrar
y de la nada crezca una mirada,
un puente que nos lleve hacia la aurora.
Del libro del autor: Por si mañana no amanece, Poemas
Sergio Borao Llop
Zaragoza, España
En busca del tiempo perdido, nostalgia y la distorsión de las cosas por culpa del tiempo. Gran tema.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Haidé.
EliminarUn saludo.
¡Excelente Sergio Borao Llop!
ResponderEliminarSensibilidad y buena puntería.
Muchas gracias, Max. Un cordial saludo.
EliminarHermosos poemas de increíble cadencia.
ResponderEliminarCoincido plenamente con este autor cuando dice "Los colores de antaño eran distintos" y a la vez me pregunto si acaso nuestros ojos no serían más luminosos.
Gracias, Lina.
EliminarEn efecto, esa es la cuestión. No es que haya cambiado lo que nos rodea: Somos nosotros quienes ya no somos los mismos.