Mi alma es un barrilete
que aprendió a levantar vuelo
prendida siempre de un hilo
que une la tierra y el cielo.
La tierra donde descansan
mis padres y mis abuelos
y donde yo iré a dormir
en el transcurso del tiempo.
El cielo… ah, el cielo azul…
hondo nidal del lucero
que anuncia la claridad
presagiando un día nuevo
para que mi alma retoce,
suba más alto, se incline,
beba la altura del viento
y si cayera, otra vez
barrilete alzando el vuelo,
porque hay unas manos buenas
que me cuidan en silencio
y con su amor me sostienen
para que siga viviendo.
Sin ellas me perdería
entre la tierra y el cielo
Humedal Paranaense: la creciente
Desbocados, con violencia,
los potros salvajes del agua atropellan.
Invaden pajonales.
Destrozan camalotes.
Arrancan de cuajo las raíces de los árboles.
Espantan sin piedad al bicherío.
Se llevan por delante las canoas pescadoras,
las casas, los caminos,
los ranchos de techos protectores,
el fruto del trabajo,
los pobrecitos sueños escondidos…
Es un relincho amenazante
el grave rumor de la creciente.
Bufido aterrador que asoma
desde la honda majestad del río
y repercute en el vientre, monte adentro.
La creciente es un grito de pena, un alarido.
Es anuncio agorero.
Es dolor. Es angustia.
Es temor por los hijos
y el de perderlo todo.
Es presagio de muerte…
Pero enlazada la tropilla en las barrancas
con tientos del coraje sostenido,
entre el barro y el agua que persiste
amanece el sol de la esperanza.
Se dora la cresta de nuestro viejo y manso río.
Sabe que lleva sobre el lomo a destinos ignotos,
en cada gota de su cauce milenario,
su riqueza que es vida…
Entonces, bajo el cielo azul del norte,
con caricias de arenales infinitos,
reverdece el Humedal Paranaense
después de la creciente, bendecido.
Del libro de la autora: Amaneciendo. Poesías
Julia Burguener
Villa Ocampo, Santa Fe, Argentina
Encuentro una perspectiva íntima en las percepciones que refleja esta poeta. Perspectiva que luego, en el segundo poema, amplía y extiende hacia el entorno. Dos miradas que tal vez se complementan.
ResponderEliminarMuchas gracias querida Lina.
ResponderEliminarCariños