Una vez fui H… de hermosura, de hilvanar abecedarios, de hacer puentes entre la voz y la palabra, de humanidad creciente, de hombre que ilusiona, ama, fortalece, renace y sucede, de hilachas sin tiempo, de la búsqueda incesante de puntos y comas vivos en el Universo. Hache griega, con azules y mares y corales.
La H que fuiste, hoy es poema.
* * *
Fue un abril cuando robamos el otoño
cuando cantó el viento con el sol en el bolsillo,
cuando nos abrazó el abrazo en la vereda,
y nos quedamos…
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Abrí mis afrentas cotidianas como quien corre la cortina de su vida revolviendo entre la menta y la rosa nacarada para que me mostraran el sendero bulevareño. Debí enfrentarme al puñado de tierra que cegó un girasol que me envolvía, puse un cántaro gris en las mejillas de mis perros y me encolumné erguida al vagabundo mundo de mi adentro. Quise abrir la puerta de mis ojos y su llave estaba enredada entre los dientes, encaré la mirada en el espejo y una estrella mordaz hizo temblar mi carcajada. Aun así no retrocedí, seguí adelante y encontré de par en par las astas del molino que volteaban y volaban con el viento y el agua hacía barro y trizas el camino.
Tuve que emprender la retirada, porque me encontraron sin rumbo cierto un tal Quijote y Rocinante.
Ana Lía Gattás
Mendoza, Argentina
Las bellísimas imágenes están de fiesta. Es un alegrón andar por aquí y toparme de pronto con la prosa poética de Ana Lía Gattás.
ResponderEliminarSalud y agradecimientos.
Muchas gracias Lina.
EliminarMi abrazo
Ana Lia Gattas borda con hilos de oro una prosa poética que con hermosas metáforas va tejiendo una pieza literaria de altura. Mi admiración, Thamus.
ResponderEliminarLirismo y síntesis. Me gustó.Buenas imagenes
ResponderEliminarThamus, Haidé:
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestra lectura.
Mi abrazo