Quien recuerde calle y reniegue,
quien recuerde desmienta y maldiga,
emborrone, desvirtúe, tache,
cuestione, raye, borre y olvide.
No haya para ti perdón ni tregua,
ni atenuante, ni piedad, ni lástima:
recaiga la culpa sobre tus actos,
un dedo te acuse y palidezcas.
Quien recuerde niegue y desoriente,
obscurezca, mienta, encubra,
y con tal peso salga y camine,
y cumpla sus días en la tierra.
Gritos de auxilio
Ensordecedores gritos de auxilio
de una voz idéntica a mi voz,
de una garganta filial a la mía
llamando desde el precipicio,
recabando mi ayuda fraterna.
Hermano o hijo de mis entrañas
atado al borde de la hondonada,
nada puede por ti mi amor filial,
nada puede por ti mi desgarro
de padre o amantísimo hermano
estirando sus brazos hacia ti.
En el tiempo seguirás gritando,
y seguiré escuchándote, transido
de un dolor como ningún dolor,
de una angustia de hermano sufriente,
de hermano de mi misma sangre.
Del poemario del autor: Madre Prostituta
Ulises Varsovia
Poeta nacido en Chile. Reside en Suiza
EXCELENTE REVISTA.BUENAS PUBLICACIONES.
ResponderEliminarABRAZOS DESDE FOMENTO CUBA.
Cómo no agradecer la publicación de estos poemas del prolífico Ulises Varsovia, dueño de una poética tan particular.
ResponderEliminarEnormes poemas Ulises... Todos los deberes que nos competen a los que recordamos. Excelente puesta, tanto como ese Grito de auxilio al hermano que puede ser de todos. Fuerte y sonoro. Gracias por compartir y a Anita, que tan selecta edición nos ha regalado. Saludos
ResponderEliminarQueridas Anabel, Lina, Ana:
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestra lectura.
Mi abrazo y mis mejores deseos