y veo palabras
con bufanda.
Leo versos
de Alfonsina, Neruda, Pizarnik
y Amado Nervo
al calor de la chimenea.
Hace frío.
La distancia provoca
rompecabezas,
crucigramas sin remitente;
el alma no puede permanecer
en silencio…
y afuera hay lobos
hambrientos de soledad
que aún queman libros.
* * *
Atrapé
una ráfaga de viento
y la arropé en mi bufanda.
Ella dejó escapar una lágrima:
¿Por qué lo haces?,
¿acaso no eres libre como yo?
¿Qué es ser libre?
amiga.
Las palabras no alcanzan
cuando llueve tanta tristeza
y estamos solos
para llorar
tanta hipocresía.
Raúl Pérez Arias
Lomas del Mirador, La Matanza, Buenos Aires, Argentina
Felicitaciones querido amigo!!!
ResponderEliminarMuy bueno Raúl, te encontré por aquí, abrazo.
ResponderEliminarQué hermosos poemas... De esos que dejan sin palabras o eso de que no alcancen, como dice alguno de tus versos. Me encantó leerte poeta. Gracias por compartirlo y a Anita, por editarte. Saludos
ResponderEliminarHermosos poemas que dejan vislumbrar mucho sentimiento. Me reconforta leerlos, gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por vuestra lectura.
ResponderEliminarMi abrazo