La muerte se sienta al lado
y me dice:
te ves como recién nacido.
Balada del buey solo
Me recuerdo saliendo por los desiertos
y encontrando rostros que no eran míos
rostros que no fui
¿cómo no pude acostumbrarme a los rostros?
¿cómo no pude acostumbrarme al paisaje?
debí ser fuerte como un sueño de metal
para que no se duerma la espera
para decir una frase verdadera
para decirme un canto como un animal
quiero decir:
la casa ya no es grande
los niños no están
necesariamente no están
en este instante
es más terrible la belleza del mundo
así
sin fantasmas que alimentar
sin sueños cayendo en el desierto
sin ventanas
rostros de mí.
Del libro del autor: Cactus (2010)
Jorge Curinao
Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina
que bellos poemas
ResponderEliminarSiempre es bueno leer la poesía de Jorge Curinao. Abrazo grande, poeta!
ResponderEliminarEl valioso mundo poético de Jorge Curinao se afirma y confirma en una bella y profunda creatividad intimista. Gracias por ello.
ResponderEliminarEl vértigo de las preguntas acusan interesantes respuestas entre tus versos, tu canto, Jorge. Gracias enormes por este compartir y el placer de leerte. Mis gracias también y siempre a Anita por su selección para la Revista.
ResponderEliminarSus poemas son bellos Jorge.
ResponderEliminarMuy bellos poemas Jorge, siempre es un gusto leerte.
ResponderEliminarAbrazo grande
Muchas gracias a todos por vuestra lectura.
ResponderEliminarMi abrazo
"Es más terrible la belleza del mundo así"
ResponderEliminarHermoso!
Gracias Betu
EliminarSaludos