Sobre la mesa él me espera.
Es un silencio vestido de sonidos
arden las palabras como fuego
me cuentan de Virgilio y de Cartago
de guerras entre fieras poderosas.
Él me lleva en la nave de sus hojas
a lugares donde escucho tantas voces
soy ave que recorre los jardines
o soy caminos dibujados en tormentas.
En mi mundo
quieto y solitario
él, mi libro, me regala
un ramo de coloridas
emociones.
El amor
Te busco en el azul
en la magia de las flores.
Te busco en los grises
que galopan la nostalgia
en el amarillo de los trigales
para deletrear juntos el amor
miel, almendra, piel suave.
Te busco en el celeste
de aquellos ojos como mares
en la brisa tenue de la tarde
en esa rosa que acaricia
en el arco iris de la melodía
en la experiencia de los años.
Te busco en el rojo fuerte
con amaneceres de calandrias
entre abanicos de sensaciones
luz, paraíso, canto perfumado.
Mañana cuando llegues, amor
de blanco se vestirán los jazmines
y beberemos de a dos el destino
en una copa de licor adamascado.
Sí, un día te encontraré amor
te encontraré en este andar solitario.
María Cristina Noguera
Nació en Rosario. Reside en Pergamino, Buenos Aires, Argentina
Muy bueno. Felicitaciones
ResponderEliminarHermosos los dos poemas, lleno de imágenes que conmueven y una naturaleza viva en palabras... Muchas gracias por compartirlos y a Anita, por habelos editado. Saludos a ambas
ResponderEliminarHermosos poemas, con delicadas y profusas imágenes que despiertan los sentidos. Se agradecen.
ResponderEliminarElena, Ana, Lina:
ResponderEliminarMuchas gracias por los conceptos.
Mi abrazo y mis mejores deseos
Analía