Júbilo y candor
Yo soñaba mundos nuevos.
Yo vivía una total inspiración
luchando sin descanso por cada triunfo.
Yo creía en esa luz del enamoramiento
como un niño que juega ensimismado
con júbilo y candor
en su pequeño caballo de madera.
Ahora es distinto.
Ahora avanzo
redoblo mi apuesta más sublime
contra todo derrumbe
precipitándome a la muerte.
Los ojos muy abiertos.
No conseguí que me agradaran
quienes hablan con astucia ocultando lo que sienten.
Ahora ya no me detengo
ni me anulo ni me aflijo
ante mi amor desencantado.
No me dejo ensombrecer ni aniquilar
por pensamientos fugaces.
Mateo 5:37
“Que tu sí sea sí y tu no sea no”.
Se paga caro decir sí por mera cortesía.
Decir no por vanidad o miedo o egoísmo.
Lo más terrible es la sonrisa con el alma destrozada.
La ausencia de una abuela custodiando la niñez.
Ese primer otoño sin la madre.
El sexo a fondo con una prostituta
(después la sed se vuelve insoportable)
He aquí mi encrucijada primordial:
ser un esclavo casi cómodo
o ser libre en la intemperie.
Esto es mi vida:
secar lágrimas y lágrimas y lágrimas.
Redoblar con valentía la apuesta de mi sangre.
Damián Andreñuk
La Plata, Buenos Aires, Argentina
Yo soñaba mundos nuevos.
Yo vivía una total inspiración
luchando sin descanso por cada triunfo.
Yo creía en esa luz del enamoramiento
como un niño que juega ensimismado
con júbilo y candor
en su pequeño caballo de madera.
Ahora es distinto.
Ahora avanzo
redoblo mi apuesta más sublime
contra todo derrumbe
precipitándome a la muerte.
Los ojos muy abiertos.
No conseguí que me agradaran
quienes hablan con astucia ocultando lo que sienten.
Ahora ya no me detengo
ni me anulo ni me aflijo
ante mi amor desencantado.
No me dejo ensombrecer ni aniquilar
por pensamientos fugaces.
“Que tu sí sea sí y tu no sea no”.
Se paga caro decir sí por mera cortesía.
Decir no por vanidad o miedo o egoísmo.
Lo más terrible es la sonrisa con el alma destrozada.
La ausencia de una abuela custodiando la niñez.
Ese primer otoño sin la madre.
El sexo a fondo con una prostituta
(después la sed se vuelve insoportable)
He aquí mi encrucijada primordial:
ser un esclavo casi cómodo
o ser libre en la intemperie.
Esto es mi vida:
secar lágrimas y lágrimas y lágrimas.
Redoblar con valentía la apuesta de mi sangre.
La Plata, Buenos Aires, Argentina
UN GUSTO encontrar a Damián por acá, muy buenos poemas! Gracias, Analía, abrazo!!
ResponderEliminarGracias a vos, Norma. Damián es un asiduo colaborador de la revista con voz propia.
EliminarMi abrazo
Analía
Ciertamente las crudas vivencias de la adultez profanan la luz de los sueños infantiles y ya nada es fácil.
ResponderEliminarGracias por estos poemas.
Gracias por tus conceptos, Lina.
EliminarCariños
Analía
muchas felicitaciones. hermoso poema.
ResponderEliminarGracias por tu lectura, Ida.
EliminarMi abrazo
Analía