Madre
59.
En el fondo de la tarde
con la arboleda frutal de cámara verde
recuerdo a Madre pedaleando
sobre esa magnífica estructura
de metales fundidos y maderas preciosas
en cuyo centro de hierro forjado
podíamos deletrear S-I-N-G-E-R
La aguja trazaba veredas de pájaros
estelas de pececillos escarlatas
cantos de ojales decorados
y cuando se salía de su ruta
Ella sin lentes detenía mi lectura
para que le ayudase a pasar el hilo de tiempo
por el orificio de la nada
Hoy que barajo lentamente esas imágenes
mientras mi esposa en el taller
pinta sus figuras obesas de barro y canto
percibo el ronroneo del pedal bajo el escritorio
y las manos de Madre enhebran las palabras
sobre camisas y blusas de otra tarde
en que versos y esculturas son canciones
de una máquina en el viento
Del libro
del autor: Caza del Poeta, Ediciones
Andrómeda, 2004
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*
Mujeres
Sentadas
o volando.
Desnudas. Plurales.
Danzantes en la labor comunal.
Entre sueños. En el vientre del espanto.
Mujeres
en la sombra.
Al trasluz de la linterna.
En el tren de pasajeros.
En la casa de los huérfanos.
La
historia les pertenece.
La hicieron / la están pariendo.
Nosotros la editamos.
Pero ¿quién pudiera escribir
las crónicas ciertas de sus quehaceres?
Porque
del tálamo a hervir la leche.
En la hora de la siembra y de la siega.
En el centro de la noche.
En el relámpago de la siesta.
En la
caricia apetecida.
En la batalla cotidiana.
En la ribera amanecida.
En la frutosidad de la fiesta.
En la oscurana de la tragedia.
Ellas / siempre ellas.
Sin su
faena no habría luna llena.
Sin su lucidez no tendríamos locura.
Son el
territorio inédito del poema.
Último poema, del libro del autor: San José varia, 2009
Adriano de San Martín
San Carlos, Costa Rica
La Singer de nuestras madres...! Gracias!
ResponderEliminarEstos emotivos poemas enaltecen el devenir de las mujeres y sus tareas. Da gusto leerlos.
ResponderEliminarQueridas Norma y Lina:
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestra atenta lectura.
Cariños
Analía