No podemos respirar
No puedo
respirar, no podemos
hablar, no debemos soñar,
no me dejan brincar,
cuándo podré volar,
quítenme esta rodilla sin aire,
quítenme este cerco, esta alambrada,
quítenme este cepo en la esperanza.
No
podemos respirar, no nos dejan comer,
nos prohíben dormir,
quítenme este yugo sobre la nuca,
este ahogo inverosímil,
no podemos respirar,
no dejen que el látigo se repita una y otra vez,
no me lancen ya más a esa mazmorra,
no me violen una y otra vez en estos sucios cuchitriles,
no me tiren de los pelos,
no me empujen al abismo,
no me torturen en los sótanos del miedo,
por favor, ya no más,
quiero respirar,
no dejen que sangre a la intemperie hasta morir,
no podemos respirar,
denme una cama, un abrazo, una mano,
una escoba para barrer la indiferencia,
arránquenme esta corona de espinas,
denme un martillo
para desclavar tanta inconciencia.
31 de mayo 2020
Ronald Bonilla
San José, Costa Rica
Este poema tan sentido (tan sufrido) me desarmó, literalmente me cortó la respiración.
ResponderEliminarDesde ya que ciertos versos remiten a la agonía del Vía Crucis aunque mantienen un nexo con la actual realidad.
Gracias, Analía.
Muchas gracias por tus dedicados conceptos, Lina.
EliminarMi abrazo
Analía