Admiro
al
otoño
que
amarillea los árboles
en
este costado del mundo.
Lo
admiro
cuando
balancea las hojas
que
bajan de las ramas
tapizan
el suelo
y mis
pasos rápidos
las
desgranan.
Pero aún
a
nosotros
que
perdimos
algunas
batallas
nos
quedan
las
mejores
entonces
afinamos la puntería
y veloces como flechas
vamos certeros
al
blanco
sin
que nadie lo note
derribamos
cada estorbo
puesto
en el camino
y seguimos andando
porque
aún
estamos
a tiempo
de
hacer la revolución.
La vida
que
es dura y cruel
nunca
pierde
la ocasión
la
excusa
para
mostrarnos
los
dientes
los
trágicos
y
sardónicos gestos.
Del libro del
autor: Palabra concisa
Miguel Ángel Oviedo Álvarez
La Rioja, Argentina
Casualmente un poema que escribí hace años, coincide en el tema del otoño, donde los pasos no advierten la presencia, el valor del otoño,destruyen la sensación de nostalgia que trae el otoño.Pero aun, es optimista pese a todo.
ResponderEliminarQuerida Haidé:
EliminarSiempre agradecida por tus conceptos precisos y tu lectura atenta. Muchas gracias!
Mi abrazo y mis mejores deseos
Analía
Este último poema me llevó a pensar en una frase de César Vallejo: "¡Hay golpes en la vida tan fuertes..., yo no sé!"
ResponderEliminarGracias por darme a conocer poemas de este autor.
Saludos, abrazos, Lina
Me reconforta saber que te agradó la poesía de este autor. Muchas gracias.
EliminarMi abrazo, Lina, con mis mejores deseos
Analia