Noche
inapelable
Endebles y efímeros puentes nos unen por momentos.
Sólo veo caos un sálvese
quien pueda.
Aunque me llegue la noche inapelable
o las sombras del invierno me acorralen
o el llanto
contenido me torture desde dentro
apelo a mi tenacidad mi instinto
de supervivencia.
* * *
No tiene explicación tanta belleza
cuando logro dominar a mis demonios
y siento que mi corazón nunca se rinde.
Cuando una fuerza extraña
me recuerda con benevolencia que nada hay que temer.
Cuando me interno en mi respiración
me entrego a mi presente
y la vida hace el resto.
La última
inocencia
El amor es como un duende misterioso
atravesando enteramente nuestra sensibilidad
con una espada inmaterial que llega hasta los huesos.
Flotan aromas agradables a tomillo
albahaca y eucalipto.
Liebres de nieve van corriendo muy muy rápido
sobre la última inocencia.
En ocasiones,
en muchas ocasiones
(en demasiadas ocasiones)
desconocemos por completo junto a quién hemos vivido.
Quién nos prepara ocultamente
su
más sádico veneno.
Hay personas extraviadas por la vanidad
adorando tristemente lo superfluo.
Proféticos linyeras como poseídos
vociferando dondequiera el padrenuestro
y otras duras plegarias.
Damián Andreñuk
La Plata, Buenos Aires, Argentina
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