Orgullo
La reina que me engendrara tiene
cien años.
Crecí en el entorno de un bello
paraíso.
Los valles eran tiernos, al
arenal inmenso,
regiones que llegaban hasta el
mar.
Escuchaba la brisa con delirio
aventurero
que fugaba por las playas
buscando algún
recodo, un abismo, un altar.
El rostro de los náufragos
volvieron -sobre
la arena golpeada- por un
bárbaro espejismo.
Dejaron pasar el tiempo igual
que el humo
torpe y sigiloso que se fue
desvaneciendo.
Mis manos se llenaron de frutos
pero no
de glorias. Con ellas encontré
luces y sembré
caminos, pero en el fondo de mis
aguas
turbadoras.
Océanos que sufren el estorbo
del progreso
morirán arrancando los perfumes
naturales,
la belleza milenaria de los
campos,
el alma de mis propios
algarrobos.
Aves que surcan los cielos, la
divinidad
efímera sobre las viejas
comarcas.
Nube, viento y soledad que
arrastraron
primaveras. Cuchillos mochicas
desgarraron
la historia, para llenarme
siempre de insólitas
quimeras.
Los luceros ¿Qué son, qué eran?
Eran pequeñas aves pasajeras que
veía
en mis noches huracanadas tenaz
y transparente.
Hoy las veo a lo lejos, tímidas,
huyendo
como un crespón perdido
nuevamente.
Alguien toca las puertas del
corazón
Alguien cansado de caminar el
horizonte
Alguien que fue perdiendo la ilusión
cual criatura feroz de aquellos
montes
Alguien que sabe de la
inspiración cuando
llega, y la musa muestra su
figura
incesante para engendrar los
frutos del amor.
¡Oh, poesía! Siempre serás la
arcilla
tentadora que entregas a la vida
la eterna
creación.
El gran amor
¿A dónde me llevas maravillosa
criatura?
¿A dónde?
El cielo se precipita de su
abismo infinito
donde las estrellas fugan igual
que golondrinas,
heridas y errantes el camino.
Tú me esperas. De inmediato me
esperas
y no dejas que el espectro
cósmico se aproxime.
Única y maravillosa te concibo.
Por tus carnes se arrastran los
círculos del fuego
donde el universo sonoro está
envuelto en llamas.
La combustión de sus gases te
hace transparente
y tu belleza liviana gravita en
mis versos.
Hacia qué regiones que hasta hoy
desconozco
me atrapará el ostracismo de tus
labios,
el peso geométrico de tu
inspirada poesía,
furiosa y sensual.
José Diez Zalazar
Chiclayo, Perú
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por pasar por aquí.
Deseo hayas disfrutado de los textos y autores que he seleccionado para esta revista literaria digital.
Recibe mis cordiales saludos y mis mejores deseos.
Analía Pascaner