Cuatro
caballos
En los pastizales de Troya se divisan, a lo lejos, cuatro
caballos desplazándose despacio, pareciera que a ciegas.
El caballo blanco se va alejando. ¿Hacia dónde? No se
sabe.
El caballo rojo salta y bufa como azuzado por látigos
invisibles.
Al caballo pálido lo monta una figura embozada que se
deja llevar.
El cuarto caballo es enorme, está quieto, como dormido,
como atado a un palenque invisible. No tiene color definido: es de madera.
Belleza, amor, guerra
Sonríe, ardiente, Helena en brazos de Paris.
Sonríe Afrodita, la diosa que recibió la manzana de oro
de manos de Paris.
Sonríe la muerte, montada en un enorme caballo de madera,
en espera de su hora.
Venganza
La reina Dido se suicida cuando Eneas, su amante, la
abandona para ir a fundar Roma por orden de Zeus. Pero el destino, que
maneja las cosas de la vida, y también de la muerte, quiere que se encuentren
nuevamente. Esta vez será en el Averno: él la ve a lo lejos y corre hacia ella,
con los brazos abiertos. Ella le da la espalda y corre a los brazos de su
esposo, Siqueo.
Alba Omil
Yerba Buena, Tucumán, Argentina
Nunca está de más volver a las fuentes y la mitología ayuda, muy buena síntesis poética .
ResponderEliminarAgradezco tu lectura y tus conceptos, Haidé.
EliminarCariños, mis mejores deseos
Analía
Hola! Hermosa selección. Tendría las referencias? En cual libro de la escritora podemos leer los microrrelatos? Desde ya muchas gracias!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura.
EliminarDesconozco cómo contactar con Alba Omil pues desde hace algún tiempo sus correos me llegan rechazados. Tal vez en internet...
Cordiales saludos