Preguntaba a tus manos que aún me alcanzan
como
árboles perdidos por los días
que
atraviesan las ramas con silbidos/
cruzan huellas/ montañas hasta llegar al agua
que regresa/ entran por la cortina/
anotician al mimbre de las sillas
y suben por tus hombros abandonados/
cruzan huellas/ montañas hasta llegar al agua
que regresa/ entran por la cortina/
anotician al mimbre de las sillas
y suben por tus hombros abandonados/
tu
cabeza inclinada como un cristo
sobre la almohada roja/ que de cierto no es roja/
y tu pelo en crescendo me protege en la orilla
de las olas más altas/ tu espalda que da al mar/
tu empuñadura inserta en el temblor que somos/
va a golpear en las rocas/ que estallan
sobre la almohada roja/ que de cierto no es roja/
y tu pelo en crescendo me protege en la orilla
de las olas más altas/ tu espalda que da al mar/
tu empuñadura inserta en el temblor que somos/
va a golpear en las rocas/ que estallan
se
desvisten y arrastran a su paso
arena
piedras sal de otros pasados/
el
agua es la que vence/ el agua es ofensiva/
su
movimiento besa la derrota en el cuerpo
a
vencer/ así me mojas/
ahora
y en la hora en que sea sorprendido
por
tu aliento agitado en esta única vida/
que con tantos sinónimos te nombra.
que con tantos sinónimos te nombra.
San Juan del Sur, Nicaragua
* * *
Monólogos con Ella
(ejercicio para
un bolero)
Esta noche o
mañana, si no quizás pasado,
vamos a estar
juntos.
Vamos a izar
bandera y a temblar el silencio,
que es la mejor
manera
de una mujer y
un hombre para decirse todo,
tocarse lo que
falta en lo callado
y en cada giro
leer lo que abrevian las manos.
Y vamos a bailar
(aunque nunca lo hacemos)
la música que a
veces.
Esa ilusión que
sabes, en cuerpo y en palabras,
capaz de atar
los ruidos
que golpean las puertas desde adentro
para llevarse todo, y poco para tanto
de aquello amplificado en el desorden.
Por eso estamos solos entre las dos orillas
bajo la superficie que la verdad defiende,
respirando.
Y vamos a robarle las agujas al tiempo,
a tu tiempo y al mío, que entonces esperaba
en esa sombra quieta, donde estuve sin vos.
Te lo prometo.
José Antonio Cedrón
Argentina
Me encantó Monólogos..."vamos a robarle las agujas al tiempo" entre otras figuras muy logradas. Abrazo en poesía
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura, Bertha.
EliminarCariños
Analía
¡Qué gran poeta!Un placer leer estos dos poemas: el primero con esas imágenes desgarradoras:"el agua es la que vence/ el agua es ofensiva/
ResponderEliminarsu movimiento besa la derrota en el cuerpo
a vencer/ así me mojas/
ahora y en la hora en que sea sorprendido". El segundo poema"Vamos a izar bandera y a temblar el silencio", ese bolero conmovedor y pura poesía.
Muchas gracias por tus conceptos, Irene. Me gratifica saber que te gustan los poemas de este autor.
EliminarMuchos cariños
Analía
El comentario anterior es mío jeje. Me olvidé de firmarlo Irene Marks
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