¿Quién va allí?
Amor,
amor, entre tus piernas y mi piel me encuentro.
¿Y
quién va allí, con quién me descubro?
Transgresor,
hambriento, místico… quién es aquél?
¿No
es extraño que saque mis fuerzas de un dios ancestral?
¿Qué
es un hombre en realidad?
Cuanto
yo señale como mío,
tú
señálalo como tuyo,
no
pierdas el tiempo escuchando palabras huecas.
Sé
pocas cosas…
ni
siquiera he leído los libros cabalísticos…
mi
cerebro es imperfecto…
Soy
viejo y todo me parece un gran enigma.
La
filosofía y las profundas especulaciones
ya no
me impresionan ni aturden.
Hay
muchas puertas por las que no he sabido entrar.
Sólo
alguna vez, por el resquicio de mi llanto,
he
vislumbrado luces y luego he escrito
acerca
de lo que no conozco.
Alrededor de tus ojos
Alrededor de tus ojos
está permitido imitar sueños,
sublimar arrabales del
pensamiento
donde algunos filósofos son
devorados
por sus propias entrañas.
Allí ciertos niños han
encontrado
pequeñas golondrinas con
muletas,
que sabían pronunciar la palabra
amor.
Torres de vigía, alertas
bajo emblemas de guerra
y grandes mandiles de cuero,
como vestidos imperiales
para infinitamente modelar,
inmanentes vientres templados
en confabulaciones perezosas.
Escucha: yo soy aquél muchacho
saliendo del fondo de tus ojos,
desde labios como soles dejando
huella.
No hay espejos en nuestro
pequeño mundo
que refleje ni copie sin
multiplicarse,
ni ternura sorda que se resuelva
en sedimentos de oleadas
sanguíneas,
iluminando tu carne,
inaccesible.
En ciudades desbordadas
y vacilaciones nacarinas,
vigorosas
al trasluz, trémulos atardeceres
a orillas de lo imposible,
rompen ilusiones de destierros,
cabezas anónimas
bajo formas puras,
que me habían asesinado.
Jaime Icho Kozak
Madrid, España
Felicitaciones JAIME
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura, Olga.
EliminarCordiales saludos
Analía