Ven, amiga
Sentémonos muy cerca de la piedra
Que sabe del secreto contenido
De los silencios sin sentido
Dame la mano. Ven…
Es hora de mirarnos a los ojos
Es hora… Sí, ya es hora
De conceder minutos a la espera
Regalemos miradas, sentimiento…
Sentémonos muy cerca de la piedra
Que sabe del secreto contenido
De los silencios sin sentido
Dame la mano. Ven…
Es hora de mirarnos a los ojos
Es hora… Sí, ya es hora
De conceder minutos a la espera
Regalemos miradas, sentimiento…
Que tu rostro y el mío, aunque
lejanos
Puedan verse en auténtico camino
Regresemos al mundo en que las voces
Eran voces audibles, transparentes,
Gorjeos encantando el universo
Proyectos enhebrados
¿Qué ha pasado en tu vida y en la mía?
¿Cuándo le dimos paso a ese “después”
que tejió enredaderas
separando los sueños encontrados?
¿Quién quiso que me confundas y en un juego
macabro y traicionero me dibujó
Sin luz en tu recuerdo?
¿Cuándo ya no supimos extrañarnos?
Voluptuosa manera del destino
Que apila obligaciones sin sentido
Y nos hace sentir que somos únicas
Tal vez imprescindibles
Para otros que nos quitan la voz…
¿Cuándo fue? Cuándo - ese sol
de primaveras compartidas-
comenzó a tejer sombras?…
Ven amiga… Soy la misma de ayer
La distancia sólo apura el llamado
Si me extrañas sólo ven…
Ya no preguntaré
Estoy aquí… Enhebrando proyectos
Será un minuto
De miradas compartidas
El silencio
Que se abandona y logra tener voz
Dos manos que transmiten
Será la vida
Que regresa vida
Después de un silencio sin sentido.
Puedan verse en auténtico camino
Regresemos al mundo en que las voces
Eran voces audibles, transparentes,
Gorjeos encantando el universo
Proyectos enhebrados
¿Qué ha pasado en tu vida y en la mía?
¿Cuándo le dimos paso a ese “después”
que tejió enredaderas
separando los sueños encontrados?
¿Quién quiso que me confundas y en un juego
macabro y traicionero me dibujó
Sin luz en tu recuerdo?
¿Cuándo ya no supimos extrañarnos?
Voluptuosa manera del destino
Que apila obligaciones sin sentido
Y nos hace sentir que somos únicas
Tal vez imprescindibles
Para otros que nos quitan la voz…
¿Cuándo fue? Cuándo - ese sol
de primaveras compartidas-
comenzó a tejer sombras?…
Ven amiga… Soy la misma de ayer
La distancia sólo apura el llamado
Si me extrañas sólo ven…
Ya no preguntaré
Estoy aquí… Enhebrando proyectos
Será un minuto
De miradas compartidas
El silencio
Que se abandona y logra tener voz
Dos manos que transmiten
Será la vida
Que regresa vida
Después de un silencio sin sentido.
A los niños de Siria y otros niños…
Otra más de las guerras del
silencio
De las atroces guerras sin
palabras
En las que puede más un
negociado
Que los ojos de niños desolados…
Otra más de las muertes sin
bandera
Pues no importa el dolor… Ni
aquellos gritos
Cuando los sordos oídos se
enmascaran
Bajo nívea apariencia de
hermandad…
Otro ruego gigante, otra mirada
Que busca sangre nueva en que
anidar
Para que “nunca más” cedamos a
la injuria
Que justifique una “marcha sin
piedad”
Por esos niños que al futuro
aspiran
Por las manos orantes que lo
ruegan
Por el cielo, que es uno para
todos,
--y se ahoga en el dolor de los
que sufren--
Sin contener su llanto
universal…
Por tu fe, por mi fe, por
nuestras creencias
Por tu piel, por mi piel, por
las ofensas
Al creernos más grandes, menos
frágiles,
¡Dueños del universo! Y reyes de
bondad…
Refugio de tus penas sea mi
canto
Que se brinde en abrazos a tu
llanto…
Te ofrezco un ramo nuevo de
unidad
De historias por hacer, y de
alabanzas
Te doy mi comprensión, niño del
mundo
Y te pido perdón, por mi
ignorancia.
María Alicia del Rosario Gómez
Goya, Corrientes, Argentina
mil gracias Analia por permitir que tu revista sea cuna para mis obras.Cariño y abrazo inmensos
ResponderEliminarGracias a ti por enviarme tus poemas para compartir, María Alicia, y por hacerme saber que has leído la publicación. Muchas gracias.
EliminarMis cariños y mis mejores deseos para ti y tu gente
Analía
Los leo una y otra vez...Tu revista es guardiana de las palabras
EliminarMuchas gracias por tus generosas palabras, María Alicia. Siempre es un gusto publicar tus poemas.
EliminarMi abrazo
Analía