Allí
Allí: Justo en el límite donde
las luces y las sombras crean la finitud de sus rituales
hay pisadas invisibles cual
señales marcando el ritmo de errantes penitentes.
Un difuso color se hace presente,
marismas de dolor se vuelven llagas y en pergaminos de hechizadas alas
sobrevuelan estremecidos desvaríos
Sollozan duelo sobre sangra
derramada… ¡Espantosa en la quietud del infinito!
Latidos
Mis latidos,
apenas se perciben
entre díscolos desafíos.
El trémulo paisaje
ha perdido la memoria.
Mis lágrimas,
se deslizan silenciosas
por mis heridas
lúcidas de orfandad
y de indiferencia.
Creí en ti,
en tus palabras,
en tu sonrisa,
en tus caricias.
Hoy comprendo
que sólo fui,
una desesperada jugada
en manos de un tahúr
que buscó desatar nudos
para despegar de su pasado.
Alguien,
abrió las puertas de mi corazón.
Duelen mis latidos
Y como asustada mariposa,
trato de cerrar ese umbral
donde, el fuego del infierno
destruye sentimientos.
Muy pronto
buscarás mi presencia.
Sólo encontrarás
un jardín abandonado
y el temblor
de una paloma azul…………
¡Que levantó vuelo hacia el
olvido!
Naufragio
En el hueco onírico de mis
largas noches,
oscila el columpio brutal de tu
sombra.
Soy cual peregrina de oscuras
mareas
buscando refugio en cielos sin
soles.
En ese espejismo cabalgan mis
noches
y desesperada en mi sed de
ausencias,
deseo una pócima que borre tus
pasos
y que ella me lleve a olvidar tu
esencia.
Pero el mar insiste y trae en
sus aguas
un barco fantasma que muestra en
su proa,
tu imagen querida, tranquila,
añorada
tomando distancia en pos de las
olas.
¿Dónde está el olvido?, en mi
cruel naufragio,
gritando tu nombre me encontró
la noche.
Y en ese silencio bañado de
lágrimas
sentí, que sólo era, ¡un triste
despojo!................
¡Buscando incansable, temblando
de frío,
el verde profundo de tus tiernos
ojos!
Del libro de la autora: Mascarón de Proa
Lydia Pistagnesi
Banfield, Buenos Aires, Argentina
Gracias ti amiga por tu incansable labor en el campo de las letras
ResponderEliminarBesosssssssssssssssss
Lydia Raquel Pistagnesi.
Muchas gracias por tus palabras, mi querida Lydia, un gusto compartir tus escritos con los lectores de la revista con voz propia.
EliminarMis cariños y mis mejores deseos
Analía