Resultados *
Mariela vino desde que
comenzamos a levantar las paredes. No era la más chiquita de los que se
acercaban a diario, pero continuó siendo La Beba. Uno la recuerda
desde el principio cuando llegaba con sus hermanos mayores, de pañales y la
mamadera colgando en su boquita.
Infaltable en todos los
talleres, lo que a ella le gustaba era estar. En el primer encuentro periódico,
La Beba jugó un
papel preponderante. Con sus tres años, fue la única que se animó a hablar.
Así, paradita, con el índice de su mano afirmando sus palabras dijo:
"Yo quiero decir que tengo una gallina".
Pasó el tiempo y nos
invitaron al programa Tierra de nadie, que conducía Federico en la radio
FM Norteña de Tolosa. Fuimos con diecinueve chicos, un verdadero alboroto
radial, tocaban los equipos, se interrumpían, pero de a poco se fueron
apaciguando. Transcurrido un rato, La
Beba se arrimó al micrófono y con una sonrisa espontánea
sentenció:
-Yo, tengo una gallina.
Federico le preguntó:
-¿Te gusta jugar con la
gallinita?
Ella con gesto serio
contestó:
-No, yo la quiero para
comérmela.
Los chicos se rieron pero La Beba siguió mirándonos, y en
su mirada transparente se leía, con el hambre no se juega.
De su
libro La casita de Gorina. El Molino de Pimienta/ Editor
* Testimonio tomado del
Boletín cultural De ida y vuelta,
editado por Luis Carro. Colonia, Uruguay
Juan Cicale. Nació La Plata ,
Argentina. Reside en Colonia del Sacramento, Uruguay
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A veces se hacen concesiones sobre las cosas secundarias. La
vida es tal que no hay que hacer concesiones en las cosas esenciales.
Nazim Hikmet
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Analía Pascaner