-Santiago del Estero, Argentina-
El consumidor
El hombre ve a la mujer escabullirse entre los callejones oscuros del barrio.
La mujer repite las consabidas formas del encanto y el engaño. El hombre cree que la elige.
Pronto asechan soledades en un lúgubre tugurio.
El hombre se levanta complacido, acomoda sus prendas y se va.
La mujer vuelve a escabullirse entre los callejones oscuros del barrio.
El funeral
Hacía apenas unas horas que me sentía mejor. Decidí, por fin, no estar ausente en el funeral.
Cuando llegué, el olor nauseabundo de las flores de la sala y la muchedumbre entretenida y atribulada casi me hizo regresar. Con interminables pasos llegué hasta el féretro. El muerto estaba solo, pálido, frío, desconocido.
Me di cuenta que en la mano derecha tenía el anillo inconfundible de mi padre. No pude llorar mi muerte, me sentía mejor.
Tenacidad extrasensorial
Es la décima tercera vez que me precipito desde este octavo piso.
Quedo estampado en el suelo, dibujando la misma figura en cada desplome.
No he logrado aún caer de diferente manera…
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Si has construido un castillo en el aire, no has perdido el tiempo, es allí donde debería estar. Ahora debes construir los cimientos debajo de él.
George Bernard Shaw
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domingo, 5 de julio de 2009
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Preciosos relatos Faby....por que vuelvo a verlo a tu padre nuevamente?.....Me gusta como escribes,ya lo sabes,un tesoro de letras.Abrazos!
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Ana María.
ResponderEliminarUn saludo cordial
Analía
A mí tabién me gustaron las tres piezas. Sugerentes y misteriosas por igual.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por los comentarios.
ResponderEliminarUn honor Analía, como ya lo exprese con anterioridad, estar en esta bitácora. Saludos cordiales.
Mega: gracias por tus palabras.
ResponderEliminarQuerida Fabiana: ha sido un gusto contar con tu voz en esta revista literaria.
Mi cariño
Analía