-Mendoza, Argentina-
Mesa vacía
Cómo encuentro mis rostros amados
cuando las bisagras del tiempo
cerraron todas las puertas.
Cómo llego a mi puerto
exiliada en la cornisa de mi nostalgia
si desarraigaron mi ancla.
Cómo descubro mi sonrisa
cuando tengo el vacío
enraizado en mi mesa.
Salgo corriendo por las calles del mundo
busco a mis hijos
llora mi útero su ausencia.
Cómo sigo respirando
cuando este cabestrillo
lo llevo clavado hasta el tuétano del alma.
…………………………………………………………08-11-2008
Cuando el alma llora
La tenue luz de la lámpara
enciende soles
que dibuja dos siluetas
danzando en la casa.
Ríen los ojos y se abrazan
y el presentimiento llora.
La sombra de la noche
aúlla dos destinos
retumba el latido
desde la piel del silencio.
Me crecieron raíces
que se aferran a tu tierra,
aunque van sangrando
la pronta ausencia.
La savia de mis venas
entrelazadas a ti,
no puede detener el tiempo
de los miedos
y se avecina la sequía
del jardín nocturno.
Aunque yo sea agua
y mis ojos rieguen cada pétalo
se consume la lámpara
y tengo que partir.
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Tu capacidad de conocer la felicidad depende de tu capacidad para conocer el dolor.
Macedonio Fernández
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viernes, 9 de enero de 2009
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nada puede detener el tiempo de los miedos, sólo la partida.Es verdad tu poema pura verdad
ResponderEliminarAnahi D.Bezoz
Agradezco tus palabras, querida Anahí.
ResponderEliminarUn cariño
Analía
Hola queridas poetas Anahi y Alicia!
ResponderEliminarLes agradezco profundamente a las dos: A Anahi por sus gratos comentarios que son motivadores. También agradezco infinitamente a Analía por haberme publicado estos poemas queridos.
Un abrazo inmenso a las dos amigas poetas.
Xenia Mora Rucabado
Gracias a vos, querida Xenia, por compartir tu voz con los lectores, desde esta publicación literaria.
ResponderEliminarUn abrazo
Analía