Parado a un costado del mostrador veo a Don Joaquín, dicen que va por los 95 años. Tan pintoresco el hombre con su sombrero negro alpino.
Juega en su patio de la memoria:
- “5 de pan, 5 de vino y 20 de queso El Peregrino”.
- “Casa Muñoz, donde un peso vale dos”.
- “Sastrerías Braudo, la casa de los dos pantalones”.
- “Casa La Mota… Donde se viste Carlota”.
Cuando ve entrar a una señora linda se emociona y canta:
Donde veo una pollera
No me fijo en el color.
Las viuditas, las casadas o solteras,
Para mí son todas peras
En el árbol del amor.
Luego vuelve a quedarse quieto como una estatua.
Antes del sol cayendo en amarillo fulminante, se va a su casa dando la mano a cada uno de los presentes con su saludo:
- “Lo felicito por conocerme”.
Texto tomado de Inventiva Social, publicación digital dirigida por Eduardo Coiro
Eduardo Coiro
Temperley, Buenos Aires, Argentina
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