lunes, 23 de junio de 2025

Daniel Gorosito

Ciencia vs Poesía 

No vendo predicciones, 
tengo una visión regresiva y retrógrada del progreso, 
vamos hacia la deliciosa barbarie. 

Las profecías apocalípticas siempre se cumplen, 
el progreso, 
es una superstición
como cualquier otra, 
desconozco la futurología. 

Acumular ciencia, conocimientos, tecnología, 
no es progresar,
parecería que la ciencia está al servicio 
de la destrucción del hombre 
y no de su salvación. 

El aparato industrial-militar 
emplea a la élite científica mundial 
¿podremos algún día vivir en paz? 

Hermosa utopía 

No diviso grandes esperanzas para la humanidad 
ni siquiera con la tan mentada inteligencia artificial. 

Percibo el futuro, decadente, 
cuesta abajo, como el tango. 

Ante la ciencia destructiva 
los vates ofrendamos poesía. 


Poema fósil montevideano 

La neblina espesa baja lentamente 
del cerro de Montevideo, 
una ráfaga gélida invade el ambiente. 

Un racimo de barcos viejos abandonados 
apoyados entre ellos 
como viejos amigos ebrios 
se mecen suavemente 
casi naufragios, de cascos oxidados. 

Se desprende un aroma salobre 
por las grietas del tiempo 
y se escabullen 
los fantasmas de la memoria. 

Arriba, en vuelo triangular 
las gaviotas tiritan 
mientras picotean el cielo herido 
que pronto sellará 
con sus lágrimas la jornada 
entre sombras gris plomo que avanzan 
y que seguramente serán el último refugio 
de un poema fósil 
de palabras desdibujadas 
que no se vence 
ante los azotes 
de la sudestada 
bien rioplatense. 

Una vez más, las olas incansables 
se suicidan enérgicamente 
contra las rocas graníticas 
de la Escollera Sarandí 
engendrando sus últimos 
estruendos colosales 
que recuerdan los cañonazos 
de la defensa de la ciudad 
ante las invasiones inglesas. 


Mitla-Mictlán 

Aquí reina Pitao-Bezelao (1) 
señor del inframundo. 
En Lyobáa (2) 
se detienen las agujas 
del tiempo. 

El ruidoso aletear, 
de pájaros sin ojos 
provoca que el sol 
guarde su luz 
y despierte a Huija Tao (3) 
Al unísono, 
miles de maravillosas grecas 
florecen en la piedra milenaria. 

El color ocre 
y los aromas nauseabundos 
guían 
el descenso al Mictlán 
donde se extiende 
el silencio eterno 
que sólo rompe 
el quejido de las estrellas. 

Las lagartijas huyen 
de la gallarda sala de columnas. 
Allí, golpea los ojos 
la estoica columna de la vida. 
A pesar de la muerte 
está viva. 

Aclaración del autor:
1) Pitao- Bezelao- 
El Señor del Inframundo- El Dios de la muerte. (Cultura Zapoteca). 
2) Lyobáa- Lugar de muertos, tumbas o entierros 
3) Huija-Tao- Supremo Sacerdote de Mitla. 


Daniel Gorosito 
Nació en Montevideo, Uruguay. Reside en Irapuato, México

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