La hoja vuela hacia su delicada mano
posa sus aristas
-verdes tiernas-
mientras
con la mirada cansada
recorre sus nervaduras perfectas
con ramificados caminos
presagiando destinos inciertos
de vidas próximas pasadas
ruedan por su rostro
cristales líquidos
perdiéndose en sueños nebulosos
tratando de recordar
cada uno de ellos
una magia plasmada de estrellas
deja caer su polvo nacarado
sobre el recurrente sueño
olvidado en algún recoveco
del alma despojada
de un futuro incierto turbado
y esperanzas adormecidas
las palabras malditas descaradas
ahogadas en su garganta
se desbordan sin piedad
y recuerda los días
que sentía el terror de estar loca
Amanece
Amanece
y la noche que abarca tu mirada
ha desaparecido
con el viento de la nostalgia
un farol cuelga junto a tu puerta
mientras
una campana tañe en las tormentas
infernales del universo
y cuando regreses a la ciudad
verás tus ilusiones extraviadas
en un pasado no lejano
cuando te surja la pregunta
“ni siquiera sabes por qué vives”
sin embargo
te convences un poco
tratas de superar
tu propia rutina persistente
y de borrar el daño que te causa
el silencio es abrumador
y el latido de tus sienes
ya no se escucha
porque la angustia
debilitó tu conciencia
y has perdido la memoria
en los desfiladeros de tus sueños
Alicia Balista
Villa Adelina, San Isidro, Buenos Aires, Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por pasar por aquí.
Deseo hayas disfrutado de los textos y autores que he seleccionado para esta revista literaria digital.
Recibe mis cordiales saludos y mis mejores deseos.
Analía Pascaner