viernes, 25 de febrero de 2022

Luis Edgardo Soulé

La luz del laberinto 

Hay tanta piel herida, 
        tanta llaga flotando en el silencio. 
Pero siempre habrá tiempo 
        de recoger los restos del naufragio, 
reconocer la luz del laberinto. 


         * * * 

La casa de mi infancia 
          albergaba en sus patios 

el eterno silencio 
         que poblaba mis tardes. 

Mi sueño de muchacho 
   se ocultaba en sus sombras. 


         * * * 

Cabe una eternidad 
en esta lluvia que se quiebra en mis manos, 
que se hunde por el hueco en las raíces 
                             crujientes de la savia. 

Se desliza con su eterno ritual
   hacia la ardiente angustia de la piedra. 

Lleva el perfume azul de las magnolias 
aroma de las vides, 
            y no sabe que habrá de regresar,

por la simiente 
       por el árbol que espera 
                              por la hierba. 


         * * * 

La calle sigue igual 
y las esquinas no registran        ausencias. 

El poema atraviesa sus propias soledades. 

            Y los tilos redimen los recuerdos. 


Últimos tres poemas pertenecen al libro del autor: Toda la luz y un día, 2016. Tomados de: https://www.tuertorey.com.ar/php/autores.php?idAutor=372 
Luis Edgardo Soulé 
La Plata, Buenos Aires, Argentina

4 comentarios:

  1. Hermosas imágenes que evocan recuerdos lejanos. Gracias.
    María Cristina Berçaitz

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  2. Es un gusto leer estos poemas tan entrañables, tan poblados de recuerdos, son preciosos.

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