Bolivia
Se apagó otra estrella en el cielo de América.
Y el Bedel Supremo
allá arriba
en su blanca madriguera
SE REGODEA.
En el altar del mundo te paseás
siniestro sacristán
encapuchando estrellas
en sangre las ahogás.
Última ratio grabada
en tus balas / tus bombas / tus misiles.
Disfrazado de pollito rubio
lobo feroz
atacás, despedazás, devorás.
Inflexible Minos
que giudica y
decide infiernos
nos pesás en balanza trucada / nos medís con tu metro patrón
y siempre nos falta peso y nunca damos la medida.
Pero nos dejamos
mansamente nos dejamos
gritamos un poco / pedimos anestesia
¿hasta cuándo?
¿nos gusta el cielo sin estrellas?
Tal vez ansiamos eso:
la oscuridad primigenia
el vientre materno
colonizados /
inermes / nonatos
meros receptores
de migajas.
* * *
Hay entonces un país donde la rosa es inmortal
donde no se asiste cada día al asesinato de la belleza
donde abrimos los ojos sin un lamento
donde no hay que restallar el látigo para que los objetos
hagan su número cotidiano esperando la
ocasión
de saltarnos a la garganta
donde las horas se funden entre los dientes
donde ya no se necesita la rastrera esperanza.
Ese país existe
SÍ
quiero creerlo.
Último poema tomado de: https://www.escritores.org/
Paulina Juszko
Villa Elisa, Buenos Aires, Argentina
Hermosa Paulina, siempre activa, ojalá exista ese país. Muchos cariños para Paulina, y para Analía!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura, querida Norma.
EliminarMi abrazo y mis mejores deseos en tu vida
Analía
Estos dos poemas ponen de relieve la hipocresía de la condición humana. Una escritura auténtica y cabal.
ResponderEliminarAgradezco tu lectura, Lina.
EliminarCariños
Analía
Suelo sentir a veces,que los días insisten con pasajes oscuros que nos provocan un temblor asustadizo. Es que cuesta ver un cielo sin estrellas... Da miedo. Pero también es posible un país con rosas inmortales, y entonces nos devuelve la esperanza. Que así sea, Poeta! Gracias por estos versos y a Anita por compartirlos con nosotros. Abrazo a ambas.
ResponderEliminarGracias por tus apreciaciones, Ana.
EliminarCariños
Analía